Lo que comparto hoy es una vuelta de tuerca a este dulce tradicional, ya que lo convertí en un sandwich relleno de crema de queso y mermelada. La idea era que mi peque se lo comiera y me agradeciera de por vida.... pero no fue así... Así que me lo tuve que comer yo, qué le vamos a hacer, sacrificios que hace una. (A mi marido no le gusta el dulce y también comió un pedazo diciendo que estaba muy rico). Estaba delicioso y seguramente guste a grandes y pequeños, al igual que la french toast normal, que también os animo a probar. Esta es la receta para el sandwich.
Tiempo: 10mins
Raciones: 1-2
Ingredientes:
1 huevo
2 rebanadas de pan de molde blanco
1 cucharada de azúcar
1 cucharada de mermelada de frambuesas (cualquier mermelada vale)
2 cucharadas de queso crema o mascarpone
1 cucharada de mantequilla para freirlo
2. En una sartén calentamos la mantequilla hasta que se derrita. Ponemos el sandwich a freír a fuego medio hasta que esté dorado, unos 3 minutos. Damos la vuelta y dejamos freír hasta que ese lado se dore. Recomiendo comerlo enseguida y espolvorear canela por encima.
A mi me recuerdan mucho a nuestras torrijas.
ResponderEliminarParecido, pero con pan de molde, la idea es básicamente la misma, y si uno lo piensa la verdad es que llevan de todo entre los carbohidratos del pan, las proteinas del huevo y la leche, calcio... Tiene buen valor nutricional a pesar de parecer un postre. Se acompaña con una frutitas y es un desayuno estupendo, además, se hace en un periquete con lo que hay por casa!
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