viernes, 25 de marzo de 2016

Guiso de Guinness



Nueva receta irlandesa para este mes de Marzo. En solo dos días se celebra el famoso St. Patrick, el día de San Patricio, que según cuenta la leyenda echó a todas las serpientes de la isla de Irlanda. Para celebrar esta preciosa cultura y el país maravilloso que me acogió durante mi experiencia de estudio en el extranjero, estoy preparando algunas de las cosas más típicas de su cocina, os lo contaba en el post anterior donde hice un guiso marinero delicioso.


Esta vez ha sido un guiso que admite versiones, muchas llevan champiñones, pero a mi marido no le gustan mucho asi que los omití, también se le puede poner cordero en lugar de carne de ternera o res. Al gusto. Así es como lo he hecho yo este fin de semana, y nos ha gustado mucho, sobretodo al más peque de la casa que se comió las patatas en trocitos con fruición :) Este plato es muy conocido porque lleva Guinness, la famosa cerveza negra hecha en Dublín y exportada a todo el mundo (aunque hay algunos tipos que se fabrican en fábricas de otros países para abaratar costes, como la extra stout vendida en Estados Unidos que es fabricada en Canadá) Esta cerveza tiene un sabor muy diferente a la mayoría de cervezas que podemos encontrar incluso de color parecido como la irlandesa Schmidicks. Algo que muchos no sabrán es que la Guinnes es destilada usando pescado, pero si esto os preocupa, no os preocupéis, el año pasado la marca ha anunciado que por primera vez en más de 200 años va a cambiar su receta y este año 2016 va a dejar de emplear este subproducto del pescado para poder ser comercializada como vegetariana o vegana. Habrá que ver si sabe igual o ese "secreto" era la explicación a su característico sabor y cuerpo.


Tiempo: 15 mins prep. 2hr cocción                                                                                        Raciones: 4

Ingredientes:
800gr de carne de ternera o res en trocitos
5 cucharadas colmadas de harina
3 cucharadas de mantequilla
1 cebolla
3 patata
4 zanahorias
1 taza de Guinness
4-5 tazas de caldo de pescado
sal, pimienta

1. Derretimos la mantequilla en una cacerola grande y mientras enharinamos los trozos de carne sacudiendo lo que sobre de harina y reservándolo. Cuando la mantequilla esté caliente, añadimos la carne dejándolo a fuego fuerte para que se dore bien, removiendo de vez en cuando.

2. Mientras preparamos las verduras: picamos la cebolla fina por un lado, y por otro pelamos y troceamos la patata y la zanahoria.

3. Una vez toda la carne está dorada por todos lados, la retiramos a un plato usando una espumadera para dejar la salsita en la cacerola. Añadimos el resto de la harina y la cebolla. Pochamos a fuego medio unos 3-4 minutos hasta que esté blandita. Incorporamos las patatas y las zanahorias y removemos para sofreir un par de minutos. Salpimentamos y regresamos la carne a la cacerola. Cubrimos con la cerveza y el caldo de pescado (si 4 tazas no cubre todo, usaremos 5). Llevamos a ebullición y bajamos el fuego para dejarlo que cueza muy lentamente 2 horas. Si la cacerola se puede meter al horno, es ideal ponerlo a unos 160ºC y dejar la cacerola tapada durante 2 o 2.5 horas. Si la cacerola es antiadherente no se puede meter en el horno, pero se puede dejar a fuego muy bajo, lo justo para que salga una burbujita de vez en cuando. La carne quedará muy tierna. Serviremos con pan para acompañar la salsa.


Y aqui mi recomendación literaria para este marzo irlandés, Colm Tóibín, un escritor irlandés que me encanta. Su novela Brooklyn, me encantó y acabo de ver la película que han hecho con ella y por una vez es una película que verdaderamente sigue el libro y simplemente da vida a todo lo que nos imaginamos al leer la novela. Ahora estoy leyendo Nora Webster, que es el nombre de la protagonista, quien vive en el mismo pueblo que dejó atrás la protagonista de Brooklyn. Preciosos.




sábado, 5 de marzo de 2016

San Patrick's day y guiso de Molly Malone

Todos los que paseais por mi blog sabréis que vivo en Estados Unidos, pero lo que no todos sabéis es que antes de vivir por estas tierras, viví en Irlanda. Tuve la suerte de poder elegir destino en las becas Erasmus que intercambian estudiantes entre prácticamente todas las universidades europeas, y pedí estudiar un año en la National University of Ireland en Maynooth, un pueblo diminuto que se llena de vida al comenzar el curso, ya que la universidad tiene en sí el doble de habitantes que el resto del pueblo. Es un pueblo de postal irlandesa, con sus casitas, su Main St, y por supuesto con sus bares, como el popular The Roost. Aún recuerdo la primera vez que entré en él, por la puerta que da a la parte que es restaurante y cafetería, donde parece un restaurante normal, acogedor y nada más, y al pasar por una puerta se abrió ante mí una sala enorme, con un bar de madera labrada precioso en el centro, y de dos pisos de alto con una cúpula y el segundo piso en terraza con mesas y más barras, un bar con moqueta, cabe decir también. Moqueta muy sufrida con mucho detalle de colores para que no se note mucho el contraste de los colores de las cervezas que Irlanda tiene que ofrecer, desde la famosa Guiness, hasta la roja Kilkenny, la sidra Bulmers o la dificil de pronunciar Schmidicks. (Ahora que lo pienso... quién me iba a decir a mí cuando encontraba ese nombre dificil de recordar, que el apellido de mi marido y mi familia iba a ser muy parecido y me iba a pasar la vida deletreándolo tanto en inglés como en español!!)

Cuando uno vive en Irlanda, creo que a todos se nos queda un trocito del corazón manchado de verde. Es la historia, que lo empapa todo, es la forma de vida tan apetecible, es la diversión tan auténticamente irish, es la mezcla de lo nuevo y lo viejo, los contrastes entre las ciudades y lo demás, es el gaélico ¿?, son las patatas, y el cordero, y el sheppherds pie, y el boxty, son los pubs, las bandas, las tiendas, los prados, la lluvia, el arco iris, son los autobuses de dos pisos, y el hecho de que las distancias se midan en tiempo y no en longitud, porque pronto te das cuenta de que eso es lo de menos, lo importante es cuánto tardas (10km puede ser fácilmente una hora, aunque también pueden fácilmente ser 3 si te distraes viendo las ovejas y te pierdes en los montes legendarios de Wicklow).

Yo vivía cerca de Dublín, donde uno de los iconos es la estatua de Molly Malone, una joven pescadera protagonista de una canción que lleva su nombre. En la canción dice que vende "cockles and mussels alive alive oh!" berberechos y mejillones vivos, vivos oh! Ese es posiblemente el verso más famoso de cualquier canción de pub irlandesa (canción de pub podría ir con mayúsculas, ya que es un género musical de pleno derecho). Si Molly existió o no, no tiene sentido discutirlo aquí, eso se hace con una pinta y con cualquier extraño que te encuentras en la barra del pub. Pero lo que sí puedo asegurar es que este guiso de berberechos y mejillones pondría a Molly muy orgullosa.



Es Marzo, y el día 17 se celebra San Patrick´s day, el Día de San Patricio, Patrón de la Isla Esmeralda (la leyenda es que echó a las serpientes de la isla, porque es una verdad casi absoluta que no las hay). Espero poder poner varias de las recetas que vamos a ir haciendo este mes, quiero hacerlo un mes de celebrar Irlanda y ese parchecito verde de mi corazón. Hoy he empezado con este plato dedicado a Molly Malone que he encontrado en este libro de recetas irlandesas. La autora es una de las cocineras más famosas del país y sus libros se venden como churros. Este lo podéis encontrar en estos links de Amazon: USA, España, Mexico, UK.


 Aquí está mi libro, que le he sacado de la biblioteca de mi pueblo, donde hay mesas y mesas de cositas sobre Irlanda.





 Ha sido un sábado divertido, hemos cocinado y hemos cenado con música de The Dubliners, cantando y bailando canciones de pub, hasta el bebé se reía y daba palmas :-) 

Aquí está, con mis propias palabras, cómo he hecho el guiso que Rachel Allen dedica a Molly Malone.

Tiempo: 40 minutos                                           Raciones: 4

Ingredientes:

4 lonchas de bacon troceadas
2 cucharadas de mantequilla (yo usé Kerrygold como debe ser :)
1 patata grande troceada pequeñita
4 zanahoras troceadas
1 puerro, sólo la parte blanca, cortado fino
1 1/4 taza de vino blanco
1 kg de mejillones
1 kg de berberechos (yo usé almejas, porque aquí el berberecho no existe)
1/2 taza de leche
3/4 taza de crema
sal, pimienta, tomillo y perejil

* Yo siempre pongo las almejas y los mejillones en una ensaladera enorme con mucha agua limpia en cuanto llego a casa con ellos el día que los voy a cocinar. Siempre recién comprados para asegurarnos que están frescos y vivos, y el estar al menos media hora en agua limpia hace que se limpien muy bien de cualquer resto de arena que puedan tener.

1. Hacemos el bacon en una cacerola bajita, hasta que esté crujiente. Una vez estaba hecho, yo quité casi toda la grasa de la cacerola, antes de añadir la mantequilla. Cuando se ha derretido echamos la patata, la zanahora y el puerro y removemos bien. Lo dejamos a fuego medio unos 6-8 minutos, removiendo de vez en cuando.

2. Mientras preparamos los moluscos, quitamos las barbas de los mejillones, nos aseguramos que todos están vivos dándoles golpecitos contra algo duro, si no se cierran, hay que tirarlos. Los enjuagamos y ponemos a calentar el vino en una cacerola grande. Cuando hierva, añadimos los mejillones y las almejas o berberechos. Estarán hechos enseguida, en unos 3-5 minutos. Miramos que estén todos o casi todos abiertos. Los que no se hayan abierto al hervir, hay que tirarlos.

3. Una vez cocinados, vamos a reservar el líquido poniendo un colador sobre una ensaladera para escurrirlos. Del líquido necesitamos 2.5 tazas. Si no hay suficiente, añadimos agua tibia. Regresamos los moluscos a la cacerola y la tapamos para que se mantengan calentitos.

4. Añadimos ese agua de cocción y la leche a la cacerola del bacon y las verduras y dejamos cocer un par de minutos. Mientras vamos sacando la carne de la mitad de los mejillones y las almejas, dejando la otra mitad en sus conchas (elegid las bonitas para dejarlas intactas). Los echamos en la cacerola, añadimos la nata, un poquito de sal, de pimienta molida y dejamos hervir a fuego bajo un par de minutos para que ligue. Incorporamos un poquito de tomillo y de perejil cuando retiremos del fuego y listo.

5. Serviremos con los moluscos enteros por encima para decorar y espolvoreamos más hierbas por encima. Recomiendo acompañar de pan porque el caldito está de vicio :)



Béile blasta dhuit!!

jueves, 18 de febrero de 2016

Guiso indio con lentejas y huevos al horno

La verdad es que no sabía ni cómo llamar este plato tan rico sin explicar todos los ingredientes que lleva, que son pocos y se lucen en esta comida de inspiración india. Ya os he dicho que estamos intentado desquitarnos de los abusos culinarios de las Navidades y las vacaciones en España, pues aquí está otro plato más vegetariano, pero perfectamente completo. Si no queréis sólo un plato y os apetece algo más con carne, creo que unas salchichas tradicionales (no las tipo hot dog) irian bien como segundo plato.


El otro día, aún en España, fue a vernos mi tío con su familia para conocer al pequeñín. Estuvimos hablando un poco de cocina y me dijo que le gustaba mucho cocinar cosas indias, y que usaba mucho unas salsas que vendían ya preparadas y que se lo hacen muy fácil. Le dije que aquí también las vendían así y me dijo que le gustaba la marca Sharwood, ¡la misma que tenemos aquí!


Mirad, este es el link a la selección que acabo de encontrar en Carrefour, que los hay en toda España, y he leído que Mercadona tiene también de la marca Patak´s, de la que os hablaba hace tiempo en otro post que también tenemos aquí y es de Inglaterra. Así que ya veis que es fácil de encontrar.

Bueno, pues os cuento que lo que hice ayer para cenar lo ví en una revista, pero la receta ponía que las lentejas se iban a hacer en 8 minutos de cocción suave. Yo ya sabía que eso iba a ser a ser imposible y planeé más tiempo... nada, después de 40 minutos seguían duras, por suerte lo estaba dejando medio hecho para ir a la biblioteca con M, así que cuando regresamos, una hora después, las lentejas por fin estaba blanditas.
Mi recomendación es muy simple: ponedlas en remojo la noche de antes. Y así sí estarán listas en unos 20 minutos de cocción. El resultado fue muy rico, mereció la pena esperar.

Tiempo: 30 minutos con remojo previo                                     Raciones: 4

Ingredientes:
1 cucharada generosa de mantequilla
2 tomates cortados en daditos
1 frasco de salsa india, la que querais, yo usé Dopiaza de Sharwood
1/2 taza de lentejas secas, o 1 taza de lentejas remojadas
350 gramos de espinacas frescas
4 huevos

Arroz instantáneo para acompañar, y naan si podeis, si no, pan.

1. En una sartén que podamos pasar al horno, derretimos la mantequilla a fuego medio. Añadimos los tomates cortaditos y removemos hasta que se ablanden, un minutito. Vamos precalentando el horno a 200ºC.

2. Añadimos la salsa, las lentejas y removemos bien para que se mezcle todo. Dejamos que llegue a una cocción suave y tapamos. Lo dejamos unos 20 minutos para las lentejas previamente remojadas, hasta que estén casi tiernas.

3. Incorporamos las espinacas poco a poco, dándole unas vueltecitas con la salsa para que se ablanden antes de añadir el siguiente puñado. Una vez estén todas bien incorporadas, vamos a poner 4 huevos frescos por encima y lo metemos destapado al horno. Unos 5 minutos, lo justo para que el huevo se empiece a cocinar, pero la yema no se haga. Lo sacamos del horno y lo dejamos reposar un par de minutos tapado, mientras preparamos el arroz instantáneo y el pan para acompañar.

Por si no conocéis esta web española, te hace la compra y te la lleva a casa, es una maravilla porque podemos encontrar prácticamente cualquier cosa que se nos ocurra, fijaos la selección de salsas que tienes para elegir sólo de la marca Patak´s, se llama Carritus.com

 

miércoles, 10 de febrero de 2016

Manzanas asadas con granada

Venga, una rapidita, simplemente porque me gustó y es tan fácil..! En inglés se dice "an apple a day, keeps the doctor away", "una manzana al dia mantiene al doctor alejado". A mi no me gustan las manzanas para comer así a mordiscos como sí hace mi marido o incluso el peque. Pero me gustan las manzanas en postres y dulces (¡sorpresa!) Así que cuando compré el otro dia un vasito de pepitas de granada ya limpias las usé para hacer estas manzanas al horno, además de añadirlas en ensaladas, batidos y purés para el bebé. La granada es posiblemente la fruta más cara en Estados Unidos, ya que una unidad te cuesta entre 3 y 5 dólares, que si lo ponemos en proporción a cuanto de la granada en verdad podemos comer... pues prohibitivo. Pero resulta que estos vasitos que venden a veces con las pepitas salen bastante económicos a 2.5 un vasito como de yogur. Un caprichito cargado de antioxidantes y vitamina C.

Pues os cuento como hacer estas manzanas que podeis rellenar con lo que querais o tengais, alguna vez he puesto nueces, nuuuunca se me ha ocurrido poner un poco de crema de cacao... ;) o simplemente se pueden hacer vacias con un poquito de mantequilla, canela si nos gusta y después llenar de trocitos de galleta o granola para comerlo crujiente.



Tiempo: 35 mins                                                             Raciones: 1

Ingredientes:
1 manzana
1 cucharada de mantequilla a temperatura ambiente
Canela
2 cucharadas de pepitas de granada

1. Precalentamos el horno a 180-200°C. Sacamos el corazón de la manzana y ponemos la mantequilla dentro, intentando cubrir "las paredes". Espolvoreamos canela al gusto y ponemos las pepitas de granada.

2. Envolvemos en papel de aluminio. Y metemos al horno 30 minutos hasta que esté blandita pero entera.
¡ Así da gusto comer fruta!
 

Pasta alla Carbonara

Hoy una muy facilita, una pasta carbonara con poquitos ingredientes y hecha con el toque tradicional de echar una llama de huevo en el último momento. Ya sabéis que estoy desatada con mi máquina de hacer pasta fresca, así que el otro día me apetecía hacer pappardelle por probar a hacer laminas de lasaña y cortarlas yo, y me salió esta carbonara deliciosa con unos pappardelle frescos buenísimos. He sacado unos libros de la biblioteca con mil recetas de pasta fresca y ¡nos vamos a poner las botas!

Espero poner más recetas prontito, estos días hemos estado comiendo recetas de slow cooker que tenía preparadas de mi última prep party (como unas alitas que hice para la famosa SuperBowl con una salsa de chili estilo tailandés y piña) porque he estado en modo de recuperación. Cuando todavía estábamos en España el mes pasado, el pequeñín me arañó un ojo según le llevaba en brazos, el accidente me hizo comprender que no se puede evitar, llevaba las uñas cortas, no iba jugando con mi cara, yo no estaba haciendo nada más que caminar con él en brazos... y zas! arañazo en la córnea, necesité varios tratamientos en España, y para máxima pesadez, la herida se reabrió la semana pasada, no le hice caso al dolor y llegué a tener el ojo como si tuviera una infección generalizada... así que visitas diarias al especialista, mil medicinas de tratamiento... y pocas ganas de hacer nada, ni cocinar. Ya voy estando mejor y hoy tengo unas costillas de ternera o res en la slow cooker con una salsa estilo koreano, las serviré con fideos de arroz y brócoli, pero no puedo estar cortando cositas pequeñas, ni mucho menos algo como cebolla que me irrite los ojos. ¡Espero ponerme al día prontito! Mientras, esta receta que hasta los convalecientes como yo pueden hacer :) (si alguien les corta la cebolla, o si la compran cortada y congelada)



Tiempo: 10 minutos                                                                        Raciones: 4

Ingredientes:
Pappardelle, o alguna otra pasta larga como espagueti o linguini
3 lonchas de bacon
media cebolla picadita
1 taza larga de guisantes
1 taza de nata
1 yema de huevo
queso parmesano rallado

1. Cocemos la pasta de acuerdo al paquete, si es pasta fresca recordad que tarda unos 4-5 minutos en hacerse, en cuanto flote con las burbujas de la cocción, está lista.

2. En una sartén grande ponemos las lonchas de bacon a dorarse hasta que estén un poquito crujientes. Es mejor a fuego medio-alto, tardarán unos 5 minutos. Las sacamos y dejamos sólo un par de cucharadas de grasa. Mientras cortamos las lonchas de bacon, vamos dorando la cebolla a fuego bajo en esa grasa del bacon. Regresamos los trocitos de bacon a la sartén, añadimos los guisantes y la nata y dejamos cocer a fuego bajo un par de minutitos para que ligue bien.

3. Cuando tengamos la pasta lista la echamos en la sartén y removemos bien. Justo en el momento de servir, apagamos el fuego del todo, añadimos la yema de huevo, removemos muy bien, y servimos, rallando un poco de parmesano por encima. ¡mi pasta favorita!

 

miércoles, 3 de febrero de 2016

Carcamusas -guiso Toledano




Hoy os traigo un guiso español, concretamente, de la zona de Toledo. Las carcamusas es una de mis comidas favoritas, y mi abuela me las hace cada vez que voy a España y siempre pienso que las tengo que intentar hacer.




Ella siempre me dice que son muy fáciles, pero ahora que las he hecho veo que sí, son muy fáciles, pero nunca nos quedan las cosas como a nuestras abuelas :) Gracias a las tecnologías de hoy estuve en mi cocina en Maryland y mi abuela en España me mandaba mensajes de voz por Whatsup guiándome y aclarándome dudas, que yo la mostraba en fotos. Una maravilla, qué diferente debía ser embarcarse en esta aventura de vivir lejos de los nuestros cuando las cartas tardaban un mes en llegar por barco, o sin ir más lejos, hace un par de décadas cuando no todo el mundo tenía internet, quizá ni teléfono en casa.


Pues sin más, os cuento cómo hacer las carcamusas porque sé que mucha gente incluso en España no las conoce, nuestro país tiene tantos rincones... nuestra riqueza cultural se plasma en la cocina. En España usan lo que llamamos magro de cerdo, que Google me dice que sale de la parte sobre las costillas del cerdo. En Estados Unidos no sabía que pieza usar, compré un "butt", que es una pieza bastante grande, con hueso, y que se suele hacer al horno o en la slow cooker en salsa. Yo le saqué la carne y la troceé a daditos, pero la verdad es que no ha quedado tan jugosa como el magro... Se admiten sugerencias de piezas que se puedan usar en guiso (por estas tierras venden la ternera en trocitos para guisar, pero no el cerdo como en España).








Tiempo: 30 mins. Mejor de un día para otro.                            Raciones: 4

Ingredientes:
1kg de cerdo troceado
aceite de oliva
1 cebolla picada
1/2 taza vino blanco
pizca de sal
pimienta negra
pizca de cayena o chile molido
1 taza de tomate frito (yo usé una latita de Goya estilo español)
2 tazas de guisantes congelados
1/2 sarta de chorizo español en rodajas (si sólo encontrais fresco estilo mexicano, lo podeis hacer rodajitas y freírlo)

1. En una cacerola calentamos un poquito de aceite de oliva para pochar la cebolla a fuego medio. Cuando esté blandita, añadimos el cerdo y lo removemos bien, doramos unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando.


2. Una vez el cerdo esté cocido, echamos el vino blanco y lo dejamos cocer otros 5 minutos para que reduzca un poco. Añadimos las especias, que van al gusto, pero tradicionalmente es un guiso con bastante sabor, usad pimienta negra en buena cantidad, y si queréis un toquecito picante echad un pelín de cayena o chile molido. Lo mezclamos muy bien para que se mezclen los sabores.

3. Echamos el tomate frito, los guisantes y el chorizo. Removemos muy bien y dejamos cocer un poquito más para que los guisantes se ablanden y el chorizo suelte sabor. Es un plato que está mucho mejor de un día para otro que recién hecho, así que lo dejamos enfriar un ratito y lo metemos a la nevera hasta el día siguiente que lo calentemos en la cacerola bien, y lo sirvamos con pan.

 
 
 

domingo, 31 de enero de 2016

Quesadillas de Guacamole y Frijoles

Después de las Navidades tan estupendas que nos hemos dado, de comilonas aquí y allí con toda la familia, de salir con amigos, de salir con los peques a comer por ahí cuando no me apetecía limpiar más la cocina, de ir nosotros dos solos a cenar dejándoles con mis padres... tenía yo ganas de hacer unos cuantos días vegetarianos. La semana se ha dado bien, pero especialmente el fin de semana ha sido divertido en casa y ha sido fácil planificar qué comer estos días para no dejarnos llevar por el aburrimiento. ¿Por qué digo eso?

Por esto




Me preguntaban desde España cómo se nos estaba dando la cosa porque salía en televisión la nevada que hemos tenido. Todos los años aquí dicen que viene la peor nevada, todos los años dicen que bate records, todos los años es "La Tormenta del Siglo" y cuando sale en la tv internacional hablan de muertos, de cientos de miles de casa sin luz.... Y la realidad es mucho más cotidiana. Cuando nieva, pues nieva, aunque nieve mucho, no pasa (bueno, no dirán eso las que han dado a luz en casa con el marido ayudando gracias a los que les guiaban a través del teléfono los de emergencias, que ya ha salido alguna historia en las noticias de ese tipo, eso sí, todas con final feliz). Me hace mucha gracia que lo que más se lleva la gente del supermercado son los huevos, la leche y las patatas fritas. Sí, las patatas fritas. Tú vas al super días antes de una "blizzard", una tormenta enorme de nieve, y no verás ni una patata frita, ni snacks de ese tipo, todo ha volado ya. Las sodas igual, la gente se las lleva rápido. Me pregunto si será para estar sentados delante del televisor todo el fin de semana viendo la cobertura continuada de la tormenta, porque mientras hay tormenta, no hay nada más que ver en la tv... pues ahí estarán sentados viendo nevar en la televisión comiendo patatas fritas y bebiendo leche y coca-cola. Y yo fui a por agua y no entendí porqué no había leche pero el pallet de agua estaba sin tocar.... ¿No es más vital el agua que la leche? ¿No te puedes racionar la leche si ves que te vas a quedar sin ella, mientras que si te cortan en agua estás muerto? ¿No es más fácil guardar agua embotellada que leche, que aquí necesita estar siempre en la nevera y se pone mala en 4 días abierta y 10 cerrada? No entiendo nada.

Ahí van T y M a jugar un poquito en medio de la nevada que aun caía
Yo compré leche de almendras que dura más, agua, huevos, y cositas para hacer comidas 3 días, además de asegurarme de tener acompañamientos para lo que ya tenía en el congelador. En total, una compra muy normalita. La gente llevaba unos carros como si fueran a la guerra... ¿Pero nadie tenía cosas en el congelador? Yo lo veo como una excusa ideal para usar algunas de esas cosas que vamos dejando ahi guardadas. Al final tampoco ha hecho falta ni echar mano de lo del congelador, empezó a nevar el viernes por la tarde y dejó de nevar el sábado por la noche.

La semana pasada compré además un par de lámparas de techo que teníamos que cambiar, y T me regaló por Navidad un escritorio nuevo. Así que el sábado mientras nos enterraba la nieve, nos dedicamos a montarlo todo. Lo pasamos muy bien y fue muy productivo. Es lo bueno de las blizzards, que te tienes que llevar bien con la familia. Bueno, y con los vecinos. Fundamental llevarse bien con los vecinos. El vecino de al lado estaba empeñado en salir con mi marido a limpiar la nieve desde primera hora del sábado, y nosotros le decíamos que dónde iba con el viento huracanado que había y los cubos de nieve que caían. Al final salieron el domingo por la mañana a limpiar los coches juntos, y nos arañó uno con la pala de metal y al otro le rompió la funda que le pusimos. Hay que llevarse bien con los vecinos... tomar aire y seguir ayudando a desenterrar sus coches sin dañarlos a posta. Cuando caía menos nieve el sábado por la tarde, sacamos a M a jugar con su amigo del 25, que tienen la misma edad. Su padre es cazador y tiene un trineo enorme, así que los llevaba a los dos por la nieve y se lo pasaron muy bien. Luego nos tocó a nosotros pasarlo bien, así que se fue con el trineo, subió a toda la familia en él, y los trajo para cenar aquí juntos. Hicimos una fondue de queso con verduritas y pan para mojar, saqué cositas de picar, y bebimos una botella de vino y varias de cerveza. Hay que llevarse bien con los vecinos :) Mientras, los peques disfrutaron de ver un ratito la tele, algo que no solemos dejar que hagan, pero las ideas se agotan cuando pasas 3 días en casa. Chocolate caliente, cookies con M&M´s recién hechas, y los Minions en 3D.

Después de jugar en la nieve, nada mejor que ponerse cómodos y descansar.

Y así, poco a poco nos fuimos enterrando y desenterrando. Anoche estuvo unas 5 horas por aquí una excavadora quitando nieve de la calle, porque una máquina normal no podía. Ahora queda nieve para un par de meses, pero hoy se han podido mover los coches, aunque nadie ha ido a trabajar y mañana siguen los colegios cerrados. Por mi parte, sigo teniendo provisiones, y salvo al gimnasio para mover los engranajes un poco, no pienso ir a ningún sitio. A ver si vamos usando lo del congelador...

Una de las cositas que he hecho este fin de semana han sido estas quesadillas que os explico casi con foto-receta. Muy fáciles y la verdad que me esperaba que estuvieran ricas, pero estaban aún mejores. Están mejor recién hechas porque queda crujiente, pero se recalientan muy muy bien para llevar al trabajo y ponérselas para ir a la escuela los peques. Al mío le encantó y es un plato muy completo, porque las judías tienen mucha proteína, el queso también, y el aguacate tienen muchas cosas buenas, especialmente las grasas saturadas, que ayudan a controlar los niveles de colesterol, tienen vitamina C, fibra, vitamina K (fundamental para coagular), Omegas.... una maravilla. Yo las acompañé de arroz integral con quinoa y ensalada.

Tiempo: 12 mins                                                Raciones: 2

Ingredientes:
4 tortillas de harina
1 taza de guacamole
1 taza de frijoles refritos (los hay bajos en grasas)
1 buen puñado de tomates cherry
1 taza de queso rallada tipo cheddar
aceite de oliva

1. En una sartén grande ponemos un poquito de aceite de oliva, lo justo para manchar todo el fondo. Colocamos una tortilla, cubrimos con la mitad de los frijoles refritos y decoramos con tomates cortado a la mitad. Esparcimos queso para cubrirlo.


2. Untamos de guacamole otra tortilla y la ponemos sobre la que está en la sartén. Lo dejamos calentarse a fuego bajo unos 5 minutos. Damos la vuelta con una buena espátula con cuidado de que no se nos salga el relleno y dejamos otros 5 minutos, mirando que no se queme. Con que el queso esté fundido vale.






NOTA: es una buena idea hacer dos quesadillas al mismo tiempo, usando dos sartenes, porque al quedarse frías pierden mucho, especialmente si el queso llega a quedarse duro otra vez, es mejor hacerlas al mismo tiempo y servirlas calentitas.

lunes, 25 de enero de 2016

Pasta fresca casera con verduras y salsa Alfredo

¡¡Feliz año a todos!! Después de las fiestas navideñas (cociné mi primera pierna de cordero para el 25 de diciembre y salió deliciosa!) Y de un par de semanas visitando en España vuelvo a la carga por aquí. He engordado un par de kilos estas semanas, y es que me gusta comer qué le vamos a hacer. En las fiestas me gusta probarlo todo, me gustan los postres, me gustan las galletas... y en Madrid pues más de lo mismo, como dice Karlos Arguiñano, nuestro primer cocinero televiso y posiblemente el más famoso de nuestro país, "del cerdo me gustan hasta los andares". Hemos comido tapas, estofados, guisos, platos más elaborados para los días señalados, y fabada que me hizo mi abuela porque me encanta, hemos comido polvorones, turrones, mazapanes, madalenas, galletas, bizcochos... en los últimos días yo sólo pensaba en comer ligero cuando llegaramos de vuelta a casa, y así ha sido, esta semana nada de carne, mucha fruta, mucha verdura y agua depurativa con rodajitas de limón, pepino y hojitas de menta. Bien fría entra muy bien y nos quita toda la hinchazón de comer tantas cosas saladas.
 
Como os podeis imaginar Santa Claus me ha traido varios juguetes de cocina :) no podía ser de otro modo. Uno ha sido una batidora "atómica" que se llama Ninja, viene con un vaso enorme para triturar y hacer purés, un vaso más compacto para picar y mezclar (trae cuchilla y algo parecido a la cuchilla pero de plástico para mezclar masas), y viene también con 3 vasos para hacer batidos o smoothies. Estos son geniales porque son de tamaño ideal para beberlos de ahí directamente e incluso llevar. En ellos ponemos frutas variadas, quizá yogur o leche, o hielo, y lo trituramos. Lo que hace a este sistema especial es la potencia y las cuchillas, ya que hacen de hielo y frutas y verduras, un batido perfecto en un minuto exacto.
 
En España decía "en cuanto llegue a casa me pongo a la dieta Ninja" :) a tomar solo batidos de frutas unos dias. Lo que no echaba de menos de Estados Unidos era el precio de los productos frescos... al dia siguiente de llegar fui al super y me dejé 193 dólares en fruta, verdura y poco más, os aseguro que nos va a durar una semana como mucho. Qué pereza. Pero bueno, es el precio que hay para estar saludables.
 
 
El otro gran regalo culinario fue una máquina maravillosa para hacer pasta fresca. Alguna vez he intentado hacerla a mano y ha sido un pesadilla. Nunca he conseguido nada parecido a la masa que se supone que tan facilmente se crea de mezclar harina, agua y huevo. Ahora no hay más frustraciones. En esta máquina, marca Philips, simplemente uno echa una taza de harina, una taza de agua, un huevo y 10 minutos después por arte de magia aparece un plato de pasta fresca perfecta.
No hace falta que os la compréis para hacer este plato, pero si la queréis este es el link en Amazon USA, Philips Pasta Maker
Y aqui la teneis para España en Amazon, que por cierto, veo que los discos de formas extra, son diferentes, ¡hay formas que aqui no tenemos! Con cada disco haces la pasta de una manera, macarrones, espaguetti, linguini... Philips Maquina de Pasta
 
Bueno, en realidad no hace falta ni que hagais pasta fresca, con pasta seca normal vale también para hacer este plato delicioso lleno de verduras y sabor. Podeis alterar los ingredientes a los que más os gusten o tengáis a mano.
 
Aquí va la receta de la salsa para la pasta que vayais a hacer.
 
Tiempo: 10 minutos                                                             Raciones: 4
 
Ingredientes:
1 taza de calabaza en daditos (yo ya la tenía hecha en el horno, pero se puede hacer en el micro en 10 minutos)
1 taza de brócoli en trocitos
15-20 tomates cherry
chorrito de aceite de oliva
1.5 tazas de salsa alfredo (es mi favorita, de queso y crema, tenéis aquí la receta, también podeis poner carbonara)
pellizco de pimienta negra
queso rallado -opcional
 
1. En una cacerola con agua hirviendo suave ponemos el brócoli a cocer unos 5 minutos para que siga bastante entero. Mientras podemos poner la calabaza en el microondas o a cocer. Pero si habeis comprado mucha, recomiendo usar el horno, aunque tarda unos 30-40minutos a 200-220ºC, el sabor es más rico al dorarse. Luego la podeis hacer en puré o para compañar alguna carne.
 
2. Mientras vamos cortando los tomates a la mitad y calentando el aceite en una cacerola pequeña o en una sartén grande. Añadimos todas las verduras y lo doramos un poquito, unos 5 minutos a fuego vivo.
 
3. Añadimos la salsa de queso, el pellizco de pimienta y servimos calentito con la pasta. Podemos rallar queso por encima para que tenga más sabor.
 
Así de fácil y así de rico...