martes, 24 de febrero de 2015

Pizza con pollo barbacoa

Esta receta no tiene lección de historia ni aporte cultural :) aunque os puedo hablar del tiempo...

El sábado, y eso que ya febrero llega a su fin tuvimos una nevada monumental en Maryland. Habíamos quedado con la hermana de mi marido y unos amigos para hacer un "potluck" que es una fiestecilla donde el anfitrión no es el único que cocina, si no que nos ponemos de acuerdo y todos traen un plato complementario. Yo iba a hacer macarrones con queso, mi amiga iba a traer unos aperitivos asiáticos, y mi cuñada que es vegana unas tortitas de lentejas, mientras que los chicos iban a hacer una barbacoa. Sabíamos que iba a hacer frio, pero aquí las barbacoas no desaparecen en invierno, los chicos se abrigan, se toman una cerveza y salen a hacerla tan contentos. Pero estaba nevando de tal manera que cancelamos la fiestecilla, y se convirtió en un día de esos vagos ideales de invierno. Tuvimos amigos a desayunar en casa por la mañana, y después nos volvimos a la cama a ver programas de decoración, de cocina... Llevamos el almuerzo (y al peque que se despertó de la siesta) a la cama y nos quedamos mirando la nevada desde el calorcito del edredón. Para cenar ya nos desperezamos pero seguíamos sin ganas de trabajar mucho para la cena, así que con unas pechugas de pollo que teníamos, un poquito de salsa de tomate que había sobrado otro dia y una masa fresca de pizza, mi marido inventó una pizza rápida con pollo barbacoa sin salir ni al patio. Aquí va la idea:



Tiempo: 30mins                                                  Raciones: una pizza


Ingredientes:
2 pechugas de pollo
salsa barbacoa
salsa de tomate
orégano
salsa picante tipo tabasco
masa de pizza
mozzarella
aceite


1. Precalentamos el horno como nos pida nuestra masa, suele ser unos 220ºC. Ponemos salsa barbacoa en un plato hondo y en ella las pechugas, cubriéndolas por todas partes. Tapamos con film transparente y si tenemos tiempo lo refrigeramos un par de horas, si no, procedemos a hacerlo directamente en la salsa, aunque cogerá menos el sabor.

2. En una sartén grande calentamos un pelín de aceite a fuego medio, colocamos las pechugas con la salsa y lo tapamos. Las damos la vuelta pasados unos 4-5 minutos y dejamos cocinar hasta que se noten firmes, otros 3-4 minutos dependiendo del grosor. Lo sacamos y dejamos reposar un par de minutos para que los jugos se vuelvan a distribuir y lo podamos manejar. Lo cortamos en pedacitos, nosotros hicimos rodajitas.

3. En una cacerolita calentamos más salsa barbacoa con salsa de tomate, nosotros pusimos partes iguales, como media taza de cada. Pusimos orégano y salsa picante, sólo un poquito de cada.

4. Extendemos la masa fresca sobre una bandeja de horno, que quizá queramos engrasar si sabemos que se pega, si no estamos seguros, engrasar ligeramente siempre viene bien para asegurarnos un buen resultado. Cubrimos con la salsa calentita y extendemos con una cuchara homogéneamente. Ponemos los pedacitos de pollo por encima y rallamos mozzarella cubriéndolo todo (o si la comprais rallada, pues menos teneis que hacer). Lo metemos al horno el tiempo que nos diga nuestra masa, unos 15 minutos suelen servir, hasta que los bordes se vean doraditos y crujientes y el queso esté bien derretido.

NOTA: nosotros además pusimos espinacas frescas en mi lado, y mi marido puso cebolla en el suyo. Admite lo que le queramos poner, unos champis... Fue ideal para limpiar un poco la nevera en nuestro caso :)

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