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sábado, 5 de marzo de 2016

San Patrick's day y guiso de Molly Malone

Todos los que paseais por mi blog sabréis que vivo en Estados Unidos, pero lo que no todos sabéis es que antes de vivir por estas tierras, viví en Irlanda. Tuve la suerte de poder elegir destino en las becas Erasmus que intercambian estudiantes entre prácticamente todas las universidades europeas, y pedí estudiar un año en la National University of Ireland en Maynooth, un pueblo diminuto que se llena de vida al comenzar el curso, ya que la universidad tiene en sí el doble de habitantes que el resto del pueblo. Es un pueblo de postal irlandesa, con sus casitas, su Main St, y por supuesto con sus bares, como el popular The Roost. Aún recuerdo la primera vez que entré en él, por la puerta que da a la parte que es restaurante y cafetería, donde parece un restaurante normal, acogedor y nada más, y al pasar por una puerta se abrió ante mí una sala enorme, con un bar de madera labrada precioso en el centro, y de dos pisos de alto con una cúpula y el segundo piso en terraza con mesas y más barras, un bar con moqueta, cabe decir también. Moqueta muy sufrida con mucho detalle de colores para que no se note mucho el contraste de los colores de las cervezas que Irlanda tiene que ofrecer, desde la famosa Guiness, hasta la roja Kilkenny, la sidra Bulmers o la dificil de pronunciar Schmidicks. (Ahora que lo pienso... quién me iba a decir a mí cuando encontraba ese nombre dificil de recordar, que el apellido de mi marido y mi familia iba a ser muy parecido y me iba a pasar la vida deletreándolo tanto en inglés como en español!!)

Cuando uno vive en Irlanda, creo que a todos se nos queda un trocito del corazón manchado de verde. Es la historia, que lo empapa todo, es la forma de vida tan apetecible, es la diversión tan auténticamente irish, es la mezcla de lo nuevo y lo viejo, los contrastes entre las ciudades y lo demás, es el gaélico ¿?, son las patatas, y el cordero, y el sheppherds pie, y el boxty, son los pubs, las bandas, las tiendas, los prados, la lluvia, el arco iris, son los autobuses de dos pisos, y el hecho de que las distancias se midan en tiempo y no en longitud, porque pronto te das cuenta de que eso es lo de menos, lo importante es cuánto tardas (10km puede ser fácilmente una hora, aunque también pueden fácilmente ser 3 si te distraes viendo las ovejas y te pierdes en los montes legendarios de Wicklow).

Yo vivía cerca de Dublín, donde uno de los iconos es la estatua de Molly Malone, una joven pescadera protagonista de una canción que lleva su nombre. En la canción dice que vende "cockles and mussels alive alive oh!" berberechos y mejillones vivos, vivos oh! Ese es posiblemente el verso más famoso de cualquier canción de pub irlandesa (canción de pub podría ir con mayúsculas, ya que es un género musical de pleno derecho). Si Molly existió o no, no tiene sentido discutirlo aquí, eso se hace con una pinta y con cualquier extraño que te encuentras en la barra del pub. Pero lo que sí puedo asegurar es que este guiso de berberechos y mejillones pondría a Molly muy orgullosa.



Es Marzo, y el día 17 se celebra San Patrick´s day, el Día de San Patricio, Patrón de la Isla Esmeralda (la leyenda es que echó a las serpientes de la isla, porque es una verdad casi absoluta que no las hay). Espero poder poner varias de las recetas que vamos a ir haciendo este mes, quiero hacerlo un mes de celebrar Irlanda y ese parchecito verde de mi corazón. Hoy he empezado con este plato dedicado a Molly Malone que he encontrado en este libro de recetas irlandesas. La autora es una de las cocineras más famosas del país y sus libros se venden como churros. Este lo podéis encontrar en estos links de Amazon: USA, España, Mexico, UK.


 Aquí está mi libro, que le he sacado de la biblioteca de mi pueblo, donde hay mesas y mesas de cositas sobre Irlanda.





 Ha sido un sábado divertido, hemos cocinado y hemos cenado con música de The Dubliners, cantando y bailando canciones de pub, hasta el bebé se reía y daba palmas :-) 

Aquí está, con mis propias palabras, cómo he hecho el guiso que Rachel Allen dedica a Molly Malone.

Tiempo: 40 minutos                                           Raciones: 4

Ingredientes:

4 lonchas de bacon troceadas
2 cucharadas de mantequilla (yo usé Kerrygold como debe ser :)
1 patata grande troceada pequeñita
4 zanahoras troceadas
1 puerro, sólo la parte blanca, cortado fino
1 1/4 taza de vino blanco
1 kg de mejillones
1 kg de berberechos (yo usé almejas, porque aquí el berberecho no existe)
1/2 taza de leche
3/4 taza de crema
sal, pimienta, tomillo y perejil

* Yo siempre pongo las almejas y los mejillones en una ensaladera enorme con mucha agua limpia en cuanto llego a casa con ellos el día que los voy a cocinar. Siempre recién comprados para asegurarnos que están frescos y vivos, y el estar al menos media hora en agua limpia hace que se limpien muy bien de cualquer resto de arena que puedan tener.

1. Hacemos el bacon en una cacerola bajita, hasta que esté crujiente. Una vez estaba hecho, yo quité casi toda la grasa de la cacerola, antes de añadir la mantequilla. Cuando se ha derretido echamos la patata, la zanahora y el puerro y removemos bien. Lo dejamos a fuego medio unos 6-8 minutos, removiendo de vez en cuando.

2. Mientras preparamos los moluscos, quitamos las barbas de los mejillones, nos aseguramos que todos están vivos dándoles golpecitos contra algo duro, si no se cierran, hay que tirarlos. Los enjuagamos y ponemos a calentar el vino en una cacerola grande. Cuando hierva, añadimos los mejillones y las almejas o berberechos. Estarán hechos enseguida, en unos 3-5 minutos. Miramos que estén todos o casi todos abiertos. Los que no se hayan abierto al hervir, hay que tirarlos.

3. Una vez cocinados, vamos a reservar el líquido poniendo un colador sobre una ensaladera para escurrirlos. Del líquido necesitamos 2.5 tazas. Si no hay suficiente, añadimos agua tibia. Regresamos los moluscos a la cacerola y la tapamos para que se mantengan calentitos.

4. Añadimos ese agua de cocción y la leche a la cacerola del bacon y las verduras y dejamos cocer un par de minutos. Mientras vamos sacando la carne de la mitad de los mejillones y las almejas, dejando la otra mitad en sus conchas (elegid las bonitas para dejarlas intactas). Los echamos en la cacerola, añadimos la nata, un poquito de sal, de pimienta molida y dejamos hervir a fuego bajo un par de minutos para que ligue. Incorporamos un poquito de tomillo y de perejil cuando retiremos del fuego y listo.

5. Serviremos con los moluscos enteros por encima para decorar y espolvoreamos más hierbas por encima. Recomiendo acompañar de pan porque el caldito está de vicio :)



Béile blasta dhuit!!

martes, 27 de octubre de 2015

Paella

Hoy os traigo una receta que todos conocemos, es el plato bandera de la comida española, la paella. Llevo mas de 7 años en Estados Unidos y la he intentado hacer muchas veces, cada vez con la misma ilusión, cada vez con el mismo resultado "casi bueno". Siempre me traigo de España los sobrecitos de paellero Carmencita, porque si no, no sé como se puede hacer la paella, creo que primero inventaron los sobrecitos y luego inventaron el plato, a raíz de los sobres. Eso o será que soy de Madrid y no de Valencia donde quizá se pase el secreto de las especias de generación en generación. Pues aún con el mítico paellero, nunca me salía bien del todo, el sabor estaba bien, cositas tenía para aburrir... pero estaba como sosa. Algo hacía que fuera un "arroz con cosas", hasta ahora, ayer hice PAELLA. Una paella de museo, de libro, y digna de blog porque por fin puedo yo también contar un par de cositas o secretillos para que salga deliciosa.


Lo del "arroz con cosas" viene del grupo de españoles cocinando en Estados Unidos, donde llevamos unos días calentitos con la polémica paella. Qué no sabéis cual es la polémica de la paella? Pues que no es arroz con cosas. Como es el plato más afamado de nuestra tierra, por estas tierras se habla mucho de paella y son muchos los restaurantes que ponen paella en el menú -pero luego te ponen arroz con cosas en el plato. En el grupo de Facebook un orgulloso valenciano puso un meme de una paella y ponía ARROZ CON COSAS NO ES PAELLA. Y claro, todos estuvimos de acuerdo, pero cuando llega la hora de hacer nuestras paellas, ahí está el lío... las múltiples acepciones de lo que es una paella, y cada uno echa mano de la definición que más se ajusta a su gusto o a lo que se ha hecho siempre en su casa. Y ahí hemos estado liados con las paellas unos días.

El caso es que yo me había traído ya mis apaños para hacer una buena paella, porque cuando estuve en España el mes pasado mi padre hizo paella y fideuá y pensé "tengo que seguir intentándolo". Una de mis mejores amigas, Isabel, es otra trotamundos que ahora vive en Londres y fue a pasar un fin de semana a casa sólo por verme a mí y a los peques, hemos crecido juntas ya que su familia vive a 1 minuto a pie de la mía y de siempre su padre hace una paella de escándalo cuando se junta la familia los fines de semana. Esta vez no podía ser de otro modo y allí estaba Angel con su paellera gigante en el jardín, así que mientras le daba conversación le pregunté cómo lo hacía, me contó los truquillos que él sigue mientras nos tomábamos una sangría y la preparábamos, y así la he hecho yo esta vez. Me ha salido casi tan buena como la de él, pero lo mío no es en paellera grande así que no tiene lo quemadito de fondo que me encanta.

Os cuento, lo básico es el caldo y el arroz. El caldo mi padre lo hace la misma mañana, lo tiene ahí hirviendo lento y luego añade el arroz. Yo lo hice el día de antes, he puesto un hueso de un pescado que puede ser de merluza o algo así blanco, 2 cangrejos según me dijo Angel, y 500gr de gambas enteras o camarones. Primero cocimos las gambas porque eran para comer, las sacamos con una espumadera, y en el agua hirviendo pusimos los cangrejos y el pescado. Lo dejamos hervir 1 hora a fuego medio. Y luego sacamos la carne de los cangrejos y la echamos al caldo porque me daba pena tirarlos enteros. Salió un litro de caldo, donde eché 2 pastillas de caldo de pescado (esto no se encuentra por aquí fácilmente, lo traje de España porque Angel también me dijo que podia ser buen substituto del caldo casero, yo lo eché por si acaso) y eché un pellizco de sal. Lo hicimos el domingo y la paella el lunes, lo guardamos en la nevera mientras tanto.


El arroz me lo traje de España porque tenía ganas de probar con el arroz Bomba que es un arroz de grano corto, es prácticamente redondo, que se abre al cocer, absorbiendo mucho líquido y sabor. Mi padre lo hace con arroz de grano largo y pasa un poco como me pasaba a mí, que el arroz no absorbe el sabor (aunque la suya está buena porque tiene mucho sabor y a mi eso me faltaba). El arroz bomba aquí se puede encontrar en supermercados con mucha variedad y sobretodo que tengan cosas internacionales y de importación, también se puede comprar online. Creo que ha sido fundamental para que ayer me quedara así de rica, pero probaré a hacer el caldo casero y usando grano corto normal, a ver que tal. El arroz tipo arborio también es de grano muy corto y puede ser un buen substituto. Si no, mejor grano corto normal que grano largo normal. Este arroz bomba absorbe tanto líquido que la proporción es 1 parte de arroz y 2.5 de líquido (normalmente es 1 por 2 de liquido). Y se hizo en una media hora de cocción suave y 10 minutos de reposo. ¡¡Nada de remover!!
Yo tengo vitrocerámica, ojalá algún día tenga una paellera grandota y todo el kit de cocina de gas portátil para hacerlo al aire libre con familia y amigos, pero en la vitro sin problemas, si el perímetro no hace mucha burbujita al cocer, se puede ir moviendo un poquito, pero no hay mayor problema.


El resto de mi receta como la hice ayer es esta:
Tiempo: 1 hora                           Raciones: 8

Caldo
500gr gambas enteras o camarones
2 cangrejos
1 hueso de pescado blanco
2 pastillas de caldo de pescado
Un pellizco de sal
1litro agua
1 sobre de paellero Carmencita

Paella
2.5 tazas arroz bomba
1 chorrito de aceite de oliva
3 cucharadas de cebolla picada
2 dientes de ajo
1 tomate pequeño
1 bolsa de 500gr de mariscos preparados congelados
1 taza de guisantes
250 gr de gambas grandes o camarones
10 almejas
10 mejillones
Pimiento verde
Colorante alimenticio
Sal

1. Lo primero es hacer el caldito. Creo que ha sido una diferencia fundamental con el caldo comprado. Cocimos las gambas en agua con sal, y las sacamos con una espumadera para comerlas tal cual. Pusimos los cangrejos y el hueso de pescado en el agua hirviendo y lo dejamos cocer a fuego medio como una hora, al final desmenucé dos cubitos de caldo de pescado para potenciar el sabor. Tiramos el pescado y sacamos la carne de los cangrejos, poniéndola con el caldo y desechando lo demás. Añadí al caldo un poco de colorante y el sobre de paellero. Reservamos el caldo en la nevera hasta el día siguiente.

2. A la hora de hacer la paella empecé con un sofrito básico de cebolla y ajo en aceite de oliva, lo doré un poquito y añadí el tomate triturado. Subí el fuego para que el tomate cogiera color al freírse y el agua se evaporara un poco.

3. Añadí el marisco descongelado, y lo tapé para que se hiciera unos 5 minutos. Soltó bastante líquido que vino muy bien para el arroz. Eché un poquito de colorante y lo removí bien. Ahora puse el arroz, dos tazas y media, que fui echando en círculos por la sartén tapándolo todo. Encima eché el caldo de la misma manera y encima eché los guisantes. ¡¡Nada de remover!!

4. Por encima puse las almejas, los mejillones, los gambones o camarones grandes, y el pimiento verde en tiras.

5. Yo lo tapé un ratito hasta que empezó a hacer chupchup bien, entonces bajé el fuego a bajo y dejé la tapa un poco destapada. En 25 así minutos estuvo listo. Yo tengo vitrocerámica así que fui moviendo un poquito la sartén porque lo de más fuera seguía teniendo más líquido, pero la tapa ayuda a que el calor se distribuya y el arroz según se va haciendo va absorbiendo el líquido. La tapa hace que no se seque antes de que todo el arroz esté hecho y en este caso lo del perímetro se quedaría más crudo.

6. Después de 25 minutos cociendo bajito probé el arroz de fuera y estaba en su punto aunque quedaba un poquito de caldo. Destapé y retiré del fuego. 10 minutos después lo serví y estaba perfecto en todos los sentidos :)

Mi arroz con cosas