domingo, 30 de noviembre de 2014

Sandwich post-Acción de Gracias

Como suele pasar después de las fechas especiales, tres días después de Acción de Gracias, seguimos comiendo pavo y de todo lo que preparamos el jueves. Dos veces nos hemos puesto platos similares a los de la noche de la fiesta, pero también hemos hecho un par de sandwiches con el pavo y algunos de los acompañamientos.
Mi marido se hizo uno muy rico con queso, pechuga de pavo, un poquito de mostaza y tomate natural. Estaba muy rico en pan blanco doradito en la sartén con mantequilla, pero no usaba mucho de lo que teníamos en la nevera. Así que ayer hice yo el sandwich más auténtico de Acción de Gracias:




Es una idea que podemos hacer cuando tengamos sobras a lo mejor de un pollo asado, o de pavo de Navidad... Si nos gusta el plato con todo junto, seguro que en un sandwich también nos gusta, podemos poner varias cosas de lo que tenemos, y también queso, porque al fundir hace que todo se mantenga en su sitio mientras lo comemos.

Tiempo: 5 minutos
Raciones: 1

Usé pan blanco (comprado en el Amish Market de al lado de mi casa, una delicia), puse un poquito de mostaza, la extendí, cubrí con pechuga de pavo (calentada un poquito), puse dos cucharadas de salsa del pavo, y una cucharada de cranberry sauce con los arándanos enteros.
En una sartén pequeña puse una cucharadita de mantequilla (también de los Amish, una figurita de mantequilla con forma de pavo que nadie se atrevía a romper durante la cena!) y cuando estuvo derretida puse el sandwich con cuidado con el lado del queso hacia abajo. A fuego medio lo dejé 3-4 minutos y le di la vuelta con cuidado con una espátula grande. Lo dejé otros 3-4 minutos hasta que estuvo dorado, y estaba totalmente delicioso, era como comer la cena entera en cada bocado :-)

Si tenemos un pollo asado, podemos empapar un lado del pan con la salsita con una cucharita antes de poner el queso, el pollo y algún otro ingrediente, como una verdura que hayamos servido de acompañamiento. La salsita hará que se dore bien al llevar grasa del pollo.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Relleno de Pan de Acción de Gracias

A mí el relleno que me gusta es el de carne picada, la verdad, y cuando lo hicimos otras veces lo hicimos así, pero bueno, esta vez me he decidido por hacerlo todo muy tradicional americano, y el relleno ha sido de pan. Por lo menos hemos hecho el nuestro casero y con un toque diferente. Lo hizo mi marido, no voy a mentir pero la receta la pongo aquí para todos.

8 tazas de trozos/cubitos de pan duro (es decir, cortamos una barra de pan en pedacitos y lo dejamos que se ponga duro un par de días) (cualquier tipo de pan sirve)

Para la base:
Ponemos 120gr de mantequilla (1 porción americana) a derretir en una sartén. Añadimos 2 tazas de cebolla troceada (o puerro, sólo lo verde), y 2 tazas de apio troceado. Ponemos 1 cucharada de savia fresca picada, y 1 cucharada de tomillo fresco picado, sal y pimienta. Lo cocinamos removiendo hasta que esté todo blandito, uno 5 minutos. Añadimos ahora 3 tazas de caldo de pollo, lo llevamos a un hervor muy suave y lo retiramos del fuego para que se mezclen bien los sabores.

Precalentamos el horno a 180ºC (o lo que usemos para el pavo o pollo si lo podemos hacer al mismo tiempo, a mí no me cabía nada más en el horno y lo llevamos a casa de nuestros vecinos!) En una fuente para el horno, batimos 2 huevos, 1/4 taza de perejil fresco picado, incorporamos el pan, las verduritas, y nosotros le pusimos 300gr de jamón cocido cortado en daditos y 1 taza de queso parmesano rallado. Lo mezclamos todo bien, y le ponemos un par de bolitas de mantequilla por encima para que se dore y lo cubrimos con papel de aluminio. Lo metemos al horno 30 minutos, le quitamos el papel aluminio y lo volvemos a meter otros 20 minutos hasta que esté doradito.


El relleno está en la fuente roja :)

Pavo de Acción de Gracias


Aquí os pongo la receta del pavo que hicimos este año en Acción de Gracias. Creo que puede ser una idea muy buena para hacer un pollo asado también un día más "normal", no necesariamente un pavo en una fecha señalada.

Nuestro pavo ya venía preparado en sal, pero si compramos un pollo o un pavo, de la pollería, que vienen al natural (este venia envasado al vacío y muy bien preparado) es bueno ponerlo la noche de antes en una solución salina para que quede jugoso, especialmente si es pavo. Lo lavamos en agua fria, y lo secamos con papel de cocina. En una cacerola o bandeja grande donde quepa el ave, ponemos 1/3 taza de sal, 1 cucharada de azúcar, y 1 cucharadita de pimienta. Frotamos nuestro pavo con esta mezcla, también por dentro, y lo dejamos en la cacerola descubierto, unas 8 horas o toda la noche.


Preparamos la mañana de la fiesta la mantequilla, nosotros usamos esta receta:
225 gr de mantequilla (2 porciones americanas) blandit
2 cucharadas de perejil fresco picado
1 cucharada de savia fresca picada
1 cucharada de tomillo o fresco o seco
1 cucharadita de pimienta
1/2 cucharadita de pimentón
1/8 cucharadita de clavo molido

Lo mezclamos muy bien y frotamos el pavo con ello, es mejor que queden grumitos y quede muy bien cubierto antes de ir al horno. Nos sobrará mantequilla, que podemos usar mientras vigilamos el pavo, podemos dejarla a temperatura ambiente o derretirla un poco para poder usar un pincel en el horno. Dejaremos el pavo media hora a temperatura ambiente con la mantequilla para que coja el sabor y no entre al horno directo de la nevera, o se nos puede quemar la piel.

Calentamos el horno a 175º C y metemos nuestro pavo en una bandeja preferiblemente con una rejilla dentro, con la pechuga hacia arriba. Aquí se dice que unos 15 minutos por libra, o sea, por medio kilo aprox. Si vemos que se tuesta mucho la parte de arriba, es bueno cubrirlo con papel aluminio y quitárselo en los últimos minutos.
Una vez está cocinado (podemos verificar con un termómetro que marque 74ºC en la parte donde el muslo se une al cuerpo) lo sacamos y lo dejamos reposar media hora antes de cortarlo. Así el jugo se asentará ya que ha estado hirviendo hacia la superficie.


Salsa:
Para hacer una salsa con la salsa natural del pavo debemos hacer un caldo con el cuello del pavo, 2 cucharadas de mantequilla, 1 cebolla cortada en cuartos, 2 litros de caldo de pollo, 3 ramitas de romero, perejil, tomillo y/o savia, y 1 hoja de laurel. Esto lo vamos a poner en una cacerola a fuego muy bajo desde que metamos el ave en el horno. Y cuando lo saquemos, preparamos un roux con 1/2 taza de harina y 2 cucharadas de mantequilla. Ponemos la mantequilla a derretir a fuego medio en una sartén grande, y vamos incorporando la harina removiendo bien, hasta que se tueste un poco, unos 4 minutos. Después, con la ayuda de un colador, vamos añadiendo nuestro caldo muy poco a poco, removiendo vigorosamente para que no se formen grumos.
Cuando hayamos acabado con nuestro caldo (habrá quedado casi la mitad de la cantidad orginial después de reducir tantas horas) vamos a incorporar también la salsa de la bandeja donde está el pavo. Es recomendable quitarle bastante de la grasa que tiene. Para ello simplemente vamos a verter todo el líquido en un recipiente como el vaso de un vatidora, o una taza medidora, y lo dejamos reposar, quizá mientras hacemos el roux y añadimos el caldo. En ese tiempo la grasa se sube a la superficie y es fácil quitarlo casi todo con una cuchada y cuidado. Ahora lo vertemos en la sartén con la salsa que hemos hecho y removemos bien, aún a fuego medio. Dejamos un par de minutos, y ya está lista para compañar nuestro pavo que ahora estará casi listo para ser cortado.

Acción de Gracias

El Día de Acción de Gracias se conoce en casi todo el mundo como una festividad pagana estadounidense, pero en realidad tiene sus raices en el siglo 16 en Inglaterra donde Enrique 8º intentó eliminar las más de 90 fiestas católicas que entonces se celebraban, y quiso dejar sólo los días más importantes del cristianismo, y añadir alguna fiestas puntuales de agradecimiento por buenas cosechas, o más adelante por la vitoria sobre la Armada Española, o por que el Gunpowder Plot del 5 de Noviembre de 1605 fue fallido (este se convirtió en un día celebrado anualmente). Después de hambrunas, después de desastres naturales como inundaciones, se celebraban también dias de ayuno que concluían con un festín que simbolizaba el paso de algo malo y el seguir adelante.

En Estados Unidos, los ingleses en la zona noreste de Nueva Inglaterra empezaron a celebrar también un dia de agradecimiento anual justo después de las cosechas. No están todos de acuerdo en quién lo instauró inicialmente, pues desde principio de los años 1600, hay registros de tanto los Pilgrims (los primeros colonos) como los Puritanos celebrando este tipo de fiestas, y en 1623 el gobernador de Massachusetts lo hizo oficial en el calendario de ese año. Pero no fue hasta los 1660s cuando se estableció como una tradición anual para todos, y en los 1680s empezó a tener una base religiosa.

Con las diferentes batallas revolucionarias, los distintos gobernadores empezaron a nombrar sus propios dias de celebración en agradecimiento por sus victorias. Como vemos, esta idea se ha ido tiñendo de connotaciones de todo tipo hasta llegar a ser lo que es hoy. Lo que sí podemos saber es que fue el presidente George Washington quien declaró por primera vez una fiesta a nivel nacional para dar gracias, el 26 de Noviembre de 1789, diciendo que fuera un día en el que todos demos las gracias a Dios por su generosidad y bondad. Pero no fue hasta 1941 cuando el presidente Franklin Delano Roosevelt dictaminó que se celebrara a nivel federal el último jueves de Noviembre. Dos años más tarde, sin embargó, cambió de idea y decidió que fuera siempre el cuarto jueves del mes, ya que esto haría que la gente gastara más dinero entre esta celebración y las Navidades. Supongo que así llegamos a la locura del Black Friday, por el que cada año hay más polémica, pues ya no sólo es el heco de que algunos supermercados permanecen abiertos todo el jueves, obligando a los trabajadores a perderse esta fecha con la familia, si no que este año las ofertas en tiendas y grandes superficies empezaban tan pronto como las 4 o las 5 de la tarde del jueves. En pocos años hemos pasado de abrir a las 4 de la mañana del viernes (que resultaba una tradición divertida para algunos) a abrir a las 4 de la tarde el jueves, suscitando polémica por el derecho de los trabajadores a disfrutrar de la fiesta.

Yo por mi parte me niego a ir de compras el jueves. Thanksgiving se ha convertido en mi fiesta favorita, me parece una idea muy bonita el por lo menos una vez al año verdaderamente sentarnos a pensar las cosas que ese año nos ha traído, y celebrar todo lo bueno que tenemos. Es una tarde para pasarla en familia, disfrutar de una cena muy especial y relajarnos. Hasta este año era también el dia de irse a dormir pronto, porque me gustaba ir a hacer cola nevando cuando abrían las tiendas a las 4 de la mañana. El año pasado, ya me molestó ir a las 10 de la noche a por la impresora de oferta en el Walmart, pero este año me he unido a la gente que se ha negado a participar de lo que algunos llaman el Black Thursday. Lo que sí espero hacer es participar hoy en el "Small Business Saturday", es decir, comprar en pequeño negocio.

Y ahora os presento todo lo que hemos preparado este año, que es el segundo que celebramos en casa con la familia (otro año antes lo hicimos sólo mi marido y yo, cuando aún no estábamos casados, me hizo un pavo tan rico, que oficialmente él se encarga siempre ya del pavo!) Lo que hemos preparado es lo más tradicional americano, y por eso os lo quiero mostrar, esta vez no hemos incorporado nada español, ni hemos dejado nada típico fuera del menú. Para 6 adultos y el peque, había:

  • 1 pavo de 8 kilos RECETA aparte
  • 1 fuente de relleno de pan (y otra que compró mi suegra, por si no había bastante, al final sobró fuente y media) RECETA aparte
  • Maíz (3 latas)
  • Cranberry Sauce y Cranberry Jelly. Esto es muy típico, muy curioso y me encanta. Cranberry es el arándano rojo bastante ácido que no se puede comer crudo por que es duro. Lo tradicional es la Salsa, que lleva el arándano entero y es casi como una mermelada, se puede comprar, o se puede hacer muy fácilmente en una cacerolita, con un poco de zumo de naranja, un poco de brandy, un poco de azúcar, hay gente que le pone una hojita de laurel... Y la Jelly o gelatina, es un invento de una marca de zumos y mermeladas que usa la fruta entera para hacer una gelatina que se derrite en la boca, igualmente a medio camino entre ácido y dulce. Me encanta la Jelly, pero va en gustos, asi que compramos una lata de cada. 
  • Green Bean Casserole, que es una fuente de judías verdes con crema de pollo o de champiñones. Yo la hice con crema Campbells de pollo, puse en la slow cooker 2 latas de crema, 1 kilo de judías verdes congeladas, lo removí, y espolvoreé por encima cebolla frita. Muy tradicional, era la primera vez que lo hacía, y no me gustó, no sé porqué, pero comparado con todo lo demás, eso me sobraba. 
  • Mashed Potatoes, son patatas hervidas y machacadas a mano. Hicimos 1 kilo de patatas, mezclamos 2 tazas de nata, sal, pimienta, 2 cucharadas de savia fresca picada, 2 cucharadas de perejil fresco picado, y 2 cucharadas de eneldo fresco picado. Incorporamos también media taza de queso parmesano, rallamos un poquito más por encima para presentar, y también picamos un par de lonchas de bacon crujiente por encima. Quedaron deliciosas. 
  • Panecillos que compré para dejar levar en casa y luego hornearlos. 
  • Salsa del pavo RECETA aparte

Aquí este tipo de celebración se suele presentar en tipo buffet, y así cada uno se sirve el plato como más le guste. Me encanta esta idea, porque me da juego para decorarlo y organizarme muy bien, y me gusta que cada cual se ponga más o menos de lo que quiera. A mí me gusta muchísimo la Cranberry Jelly, y me gusta poner salsa por encima de todo, mientras que el relleno de pan no me va mucho y solo me pongo un poquito para comer aparte.












Este es el cuenco que le preparamos al peque, pero sólo se comió el maíz porque había sido el que más comió en los aperitivos :) Saqué una tabla con 4 quesos diferentes, habia dos dips para mojar crackers y colines, y horneé (en casa del vecino, pues mi horno estaba ocupadísimo con el pavo) unos palitos de mozarella y unas mini quiche.




Me dió rabia darme cuenta 2 minutos demasiado tarde... No hice foto a la mesa de postres... Retiramos el pavo de la isla en la cocina, y ahí pusimos una fuente con pastelitos tipo napolitanas, otra fuente con galletitas surtidas, y mi suegro trajo una tarta de manzana y una de calabaza, que servimos con nata montada y con helado de vainilla. Nos pusimos como el kiko! Además aquí se suele hacer un poquito de sobremesa entre la comida y los postres, así que recogimos un poco la mesa, el peque nos estuvo entreteniendo con sus cosas, saqué unos bombones, mi suegra trajo sidra española que había encontrado en el super, y ya después nos servimos los dulces. En total una comilona de 5.5 horas desde los aperitivos hasta los postres y el café. Ahora entendeis que nos juntemos a cenar a las 4 de la tarde? :-D

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Ensalada de Pasta

Hoy os muestro una idea muy sencilla que se puede hacer para toda la familia. Muchas veces nos da un poco de pereza tenerles que hacer algo diferente a los peques, y además suele ser cuando lo que cocinamos es un poco más elaborado. Una ensalada de pasta se les puede hacer un momento, también se puede hacer mucha y dejarla en la nevera un par de días mientras vamos sacando raciones, o se puede hacer para toda la familia, como he hecho yo hoy para comer.



A mí me gusta mucho una ensalada de pasta porque es muy versátil, le podemos poner cualquier cosa fresquita. Aquí pongo los ingredientes que han ido en el cuenco de mi peque de 18 meses, pero otras veces para mí le he puesto también alcachofas, mini maiz, atún... Estos son los ingredientes que a mi hijo más le gustan, así que sé que esta ensalada será siempre acierto seguro. Y a mí me gusta mucho también. Además lo tiene todo: carbohidratos en la pasta, verduritas crudas, un poquito de aceite de oliva, el calcio del queso, y la proteina y nutrientes del huevo.

Yo le pongo unas especias que ya vienen mezcladas (el bote dice "Salad Supreme") pero a veces le pongo simplemente orégano, aceite y vinagre balsámico -al peque no le pongo vinagre-, seguro que podemos poner las especias que más nos gusten. Mucha gente se fascina de que a mi peque le gusta comer cualquier cosa, y mis amigas siempre me dicen "cómo lo haces?" Hay truco, en mi opinión, porque desde muy pequeño, casi desde siempre, le sentamos a la mesa con nosotros; a lo mejor tenia 2 o 3 meses y le sentábamos en su trona que se reclina bastante y le sentábamos ahí con un juguetito mientras cenábamos. Cuando fue un poco más mayor le empezamos a dar de probar lo que comíamos, simplemente mojábamos la yema del dedo en la salsa y se la dábamos a probar, era muy gracioso las caras que ponía a veces. Cuando empezó a comer purés, siempre quería probar lo nuestro, quería comer lo que nosotros, y en los purés empecé a ponerle especias, por ejemplo en el puré de manzana le ponía una pizquita de canela, otro día un poquito de nuez moscada, otro día de la mezcla para hacer tarta de calabaza.... Cuando empezamos con las cosas saladas, un día ponia un pelín de orégano, otro día un poquito de tomillo.... Y él seguía con que quería de lo nuestro. Nunca tuve problema con que no le gustara algo. Ahora verdaderamente le gusta todo -menos la carne. Si comemos mejicano, si comemos indio... él quiere y le gusta, aunque esté lleno de especias y tenga un sabor con personalidad.

No hay que ser tímidos con los sabores, yo creo, al puré más sencillo le podemos poner una hojita de laurel mientras cocemos las verduras, o a uno de frutas le podemos poner canela, y así abrimos el abanico de lo que los sabores. Las especias no suelen dar alergia, así que no hay miedo con eso. Aquí va la ensalada como se la hago a él:

Raciones: 1 cuenco pequeño
Tiempo: 8 minutos (el cocer el huevo y la pasta si la tenemos que cocer)

Ingredientes:
una porción de pasta
4 tomates cherry cortados a la mitad
4 aceitunas negras cortadas a la mitad
queso mozzarella en este caso, pero puede ser cualquier queso, cortado en daditos
1/2 huevo duro cortado en trocitos
una cucharadita de aceite de oliva
un pelín de especias.

1. Lo mezclamos todo en frío y lo servimos. ¡Así de fácil!

domingo, 23 de noviembre de 2014

Sandwich con huevo "frito"

Hoy un sandwich que me encanta. Me lo solía tener preparado mi madre cuando llegaba de salir por la noche con amigos, y siempre me decía que lo ponía más de media hora antes de que yo llegara; ese es el truco para que el huevo se haga bien pero no se nos queme el pan. a mí me gusta con la yema blandita, pero ahora tengo que cocinarlo por completo, y también he puesto el jamón cocido en la sartén un poquito por sí solo antes de montar el sandwich.



Hoy en vez de estar tomándome cocteleras de colores (y sabores) imposibles con mis amigos, mientras se hacía mi sandwich me he dedicado a cambiar la decoración de la corona de la puerta :) Me gusta comprar las cositas por separado y cambiarlo según la temporada. Esta semana ya es Acción de Gracias, mi fiesta favorita así que empiezo a decorar la casa con estos colores cálidos y con un toque brillante, que es una fiesta. ¿Os gusta?


Vamos con el sandwich que es muy fácil.

Tiempo: 40 mins
Raciones: 1 pero se pueden hacer los que queráis

Ingredientes:
2 rebanadas de pan de molde
5 lonchas de jamón cocido
2 lonchas de queso
1 huevo

1. Ponemos una rebanada de pan sobre un plato y le cortamos un círculo más o menos centrado, lo retiramos, y reservamos el círculo y la rebanada. Colocamos la otra rebanada que está entera, y sobre ella ponemos las dos lonchas de queso, luego el jamón y tapamos con la rebanada que tiene el agujero.

2. En una sartén derretimos un poco de mantequilla y ponemos el sandwich con el agujero para arriba. Cascamos el huevo y lo echamos directamente en el agujero, despacito, dejando que la yema caiga al final. Tapamos con el círculo de pan. Cubrimos con la tapa de la sartén y dejamos a fuego bajo (2-3 si tenemos 10 números) unos 15 minutos. Le damos la vuelta con una espátula cuadrada grandecita para que no se nos alborote mucho el sandwich, ya que el huevo aún está crudo, y dejamos que se termine de hacer otros 15-20 minutos.

Parece una tontería, pero la verdad es que si lo acompañamos de una ensalada con tomates, o alguna verdura salteada, tenemos un plato perfectamente completo. Me encanta!

viernes, 21 de noviembre de 2014

Hamburguesas de gambas





 Estas hamburguesas de gambas, o camarones, le gustaron tanto a mi marido que se cenó tres! Son ligeras y tienen un sabor fresco y delicioso. Se hacen en muy poco tiempo, lo único malo es pringar la batidora o minipimer con las gambas.. Aún así, merece la pena hacerlas para comer una hamburguesa diferente y con sólo ingredientes naturales.


La receta la ví en una revista a la que tengo subscripción, pero venían como "sliders", las hamburguesas que están tan de moda por ser muy pequeñitas. Los sliders normalmente se pueden comer en dos mordiscos, y suelen ser un plato de degustación ya que en los restaurantes suelen venir dos o tres diferentes, así no tenemos que elegir una sola hamburguesa y podemos probar varias. Cuando ví lo que costaba el pan de hamburguesa mini lo tuve claro: no iban a ser sliders. Al hacerlo yo en casa puedo hacerlas tan grandes o pequeñas como quiera, asi que compré pan de hamburguesa normal sin sésamo y lo tosté un poquito antes de servir. Quedaron deliciosas.

Tiempo: 30 mins
Raciones: 6

Ingredientes:
650gr de gambas peladas y limpias
2 zanahorias
1/4 taza de pan rallado (estilo italiano, que si no tenemos podemos hacer poniendo un poco de orégano y tomillo)
1 cucharada de mostaza dijon
1/4 taza de mayonesa
1 puñado de hojas de albahaca picadas finas
sal y pimienta
aceite

pan de hamburguesa
lechuga y tomate

1. En una picadora ponemos las zanahorias en trozos y las trituramos muy finas. Lo vaciamos en un cuenco grande. En la misma picadora ponemos las gambas y las trituramos hasta que queden trocitos grandes, pondremos unos 3 cuartos de las gambas en el cuenco, y seguiremos triturando el resto de gambas hasta que sea una pasta. Con la ayuda de una espátula lo incorporamos al resto en el cuenco. Añadimos al cuenco los demás ingredientes y mezclamos bien.

2. Ponemos una sartén a fuego medio con aceite que cubra todo el fondo y calentamos. Cuando el aceite esté muy caliente cogemos un cucharón de la mezcla y hacemos una hamburguesa con ello en las manos. Lo ponemos en el aceite y repetimos hasta llenar la sartén. Tapamos. Necesitan unos 3 minutos por cada lado, debe estar opaco por encima al darle la vuelta, y después debe quedar doradito todo por fuera.

3. Mientras se van haciendo podemos ir tostando el pan y preparando la lechuga y el tomate en rodajas. Cuando las hamburguesas estén listas las montamos y servimos. A la mía le puse un poquito de salsa barbacoa, y mi marido puso un poquito de mostaza en las suyas. Los condimentos no deben ser muy fuertes o mucha cantidad, o no saldrá el sabor suave de la hamburguesa pero se puede adornar un poquito como se quiera.


jueves, 20 de noviembre de 2014

Ramen gourmet

El ramen se ha convertido en algo muy conocido gracias a esos paquetitos que venden por céntimos en todos los rincones del mundo, pero tradionalmente, este plato japonés no es ni parecido a lo que podemos preparar en 3 minutos con esos paquetitos de fideos y saborizantes. Este plato es más bien un plato completo, casi un guiso de los nuestros, con una base de caldo que nosotros usaremos de pollo, con una proteína, que nosotros haremos también pollo, suele llevar verduras, hierbas aromáticas, y por supuesto, fideos.



Os animo hoy a hacer un ramen casero con cosas muy fáciles de encontrar. Vamos a necesitar 3 paquetitos de esos baratos, y vamos a usar sus fideos. Debo confesar que use un paquetito de saborizante casi entero, porque mi caldo de pollo no sabia a nada... compré el de sin sal, sin grasa, y todo eso... y al final no sabia a nada más que los champiñones. Mi ramen comprado era de pollo, pero vale cualquiera, al echar los polvitos, si vemos que queremos amplificar el sabor, vamos probando hasta que esté a nuestro gusto. A parte de esto, sólo necesitamos unos pocos ingredientes comunes y unos 15 minutos de cocina.

Tiempo: 20 mins
Raciones: 4

Ingredientes:
3 paquetes de ramen
5 contramuslos de pollo pelados y deshuesados o 2 pechugas de pollo finas (necesitará un poquito más de tiempo)
2 bricks de caldo de pollo -2litros
2 tazas de espinacas frescas
1 taza de champiñones shiitake
gengibre fresco, una pieza de 4cm
2 cucharadas de salsa de soja
2 cucharadas de azúcar moreno
1 cucharada de aceite de sésamo (fácil de encontrar en las webs que os dije, pero si no, se hace sin ello)

1. Precalentamos el horno con el grill. Mezclamos la salsa de soja con el azúcar moreno. En una bandeja de hornear colocamos el pollo y con una brocha lo pintamos con la salsa de azúcar, que quede bien untado. Lo metemos al horno con el grill y se harán los contramuslos en unos 10 minutos, si son pechugas quizá un poco más dependiendo del grosor.

2. En una cacerola grande ponemos a calentar el caldo con la pieza de gengibre (peladita) y cuando esté casi hirviendo ponemos los champiñones y los dejamos hacer un par de minutos. A mí me horroriza masticar el gengibre, así que lo saco ahora por miedo a encontrarmelo en el plato, pero hay recetas que piden cortarlo muy finito y añadirlo para comerlo con todo. Da un aroma muy fresco al caldo, eso sí lo aprecio, pero no me gusta masticarlo, podeis hacer lo que prefiráis.

3. Cuando el pollo esté casi hecho incorporamos las espinacas al caldo, y también el aceite de sésamo si lo tenemos. Para que no se queden muy blandos, no añadiremos los fideos hasta que el pollo esté fuera del horno, ya que solo necesitan 3 minutos de cocción. Mientras se hacen, cortamos el pollo en tiras.

4. Para emplatar necesitamos usar unas pinzas ya que los fideos de ramen son famosamente largos, pero es divertido pescarlos para ponerlos en el plato hondo, donde añadiremos con un cazo el caldito y las verduras. Sobre ello pondremos las piezas de pollo para cada comensal.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Arepas rellenas de queso y chorizo

A lo mejor mis amigos de Venezuela y Colombia hasta se ofenden cuando vean mis arepas... Pero debo decir que esta segunda vez me han quedado mucho mejor aunque no eran tan bonitas como las de verdad... Será que aquí no tenemos precisamente clima tropical :) Las arepas, como digo son típicas de Venezuela y Colombia, aunque tienen alguna diferencia en el tipo de harina que usan y cómo las comen. Creo que los venezolanos las usan más a menudo para rellenar de carne, y los colombianos las usan más para acompañar cualquier plato. Para los poco expertos, son una especie de panecillo hecho con harina de maíz precocido que quedan muy jugosas por dentro y dan juego a la hora de rellenarlas.





Puede ser un poco complicado encontrar esa harina en Europa, pero aquí en Estados Unidos se puede encontrar fácilmente en el supermercado, si vivimos en una zona donde haya bastantes latinos puede que esté simplemente en la sección de las harinas, y si no, estará en la zona de alimentación internacional con los productos latinos. Yo compré la versión Colombiana que es la harina que se llama PAN, tal cual, ese es el nombre de la harina, la marca y lo que la diferencia. Es de maíz precocido como digo y creo que eso hace que queden jugosas llevando solo harina y agua (las mías llevan también mozarella, que es una variación que me gusta). Para los que no puedan encontrar esta harina, como siempre sugiero, intentadlo de otra manera, lo bonito de la cocina es que todo son ideas. Estos panecillos no suben nada, seguro que si hacemos una masa de harina, huevo y agua, la hacemos discos y lo freímos, nos queda suficientemente bueno para rellenarlo con lo que queramos.

Aquí está la receta de mis arepas vegetarianas de esta semana, usando de nuevo el chorizo de Tofurki que me encanta.

Tiempo: 30 mins
Raciones: 10-12 arepas pequeñas

Ingredientes:
2 tazas de harina PAN
1 taza de agua tibia
1 taza de mozarella rallada
1 cucharada de mantequilla
1/2 cucharadita de sal

1 taza de chorizo desmigado
1/2 taza de morarella rallada

1. Mezclamos en un cuenco grande los ingredientes de las arepas y amasamos hasta que esté pegajoso, si está un poco líquido ponemos un poquito más de harina, si está seco y no liga, ponemos más agua tibia. Hasta que podamos hacer bolitas del tamaño de una mandarina grande con ello y ponerlas sobre nuestra superficie limpia.

2. En una plancha o sartén grande ponemos un poquito de mantequilla y cuando esté caliente aplastamos las bolitas una a una entre las manos haciendo discos (es mejor que los bordes sean gorditos, para poder hacer bien el corte para rellenar) debe queda de unos 2cm de grosor. Las ponemos en la mantequilla caliente y bajamos el fuego a medio. Dejaremos unos 5 minutos por cada lado hasta que estén doradas. Así vamos cocinando todas las arepas.

3. Cuando las tengamos hechas, haremos un corte por un lado abriendo hacia el centro para poder rellenar toda la arepa. Entonces meteremos hasta dentro el chorizo y la mozarella. Yo las dejé asi un par de horas hasta que fue la hora de cenar, entonces precalenté el horno a 180ºC y las metí unos 10 minutos para que se calentaran y el queso se dirritiera. Quedaron buenísimas, aunque la primera vez que las hice me quedaron demasiado gorditas y el centro no estaba hecho.

Frittata

Los huevos son un ingrediente fundamental en muchas casas, algo que siempre tenemos en la nevera por si versatilidad y su contenido nutricional (las claras de huevo son la única proteína sin nada de grasa, mientras que la yema, que sí tiene grasa y colesterol, aporta vitaminas). En España es muy popular la tortilla de patatas, a la que a veces le echamos otras cositas para darle un toque diferente. Hoy os animo a probar la frittata italiana, la version cargada de verduras de nuestra tradicional tortilla. Como siempre con las verduras podemos crear nuestra combinación ideal, pero suele llevar calabacín, que queda muy tierno y se corta muy bien en rodajitas, tomate y patata. Yo esta vez además le puse espinacas descongeladas, a veces le he puesto también champiñones o berenjena... Se le puede poner bacon ya cocinado... ¡Lo que más os guste!


Tiempo: 30 mins
Raciones: 4

Ingredientes:
6 huevos (si queremos ahorrarnos la grasa de los yemas podemos poner menos yemas y substituir el mismo número de yema que quitemos por más claras para que la cantidad de huevo sea la misma)
1 calabacín mediano
1 tomate grande
1 patata grande
1 taza de espinacas descongeladas
aceite de girasol (o de oliva al gusto para freir la tortilla)
sal y pimienta

1. Preparamos las veduras lavándola y pelando la patata (yo dejo la piel del calabacín) y cortamos todo en rodajas de 3mm de grosor.

2. En una sartén ponemos a calentar el aceite de girasol y cuando esté caliente ponemos las patatas a freír con un poquito de sal, hasta que estén blandas pero no muy doradas. Cuando estén listas las sacamos con una espumadera y reservamos.

3. Mientras, en un cuenco grande batimos los huevos y salpimentamos al gusto. Cuando las patatas estén listas las incorporamos al huevo, asegurándonos de separarlas pero sin romperlas. Añadimos también los calabacines y las espinaca y removemos para repartirlo.

4. Yo dejé el aceite de las patatas en la sartén caliente, porque no era mucho, y ahí vertí la mezcla del huevo con las verduras cuando estaba muy caliente y una gotita de huevo se cocía al instante. Una vez la mezcla estaba en la sartén y repartí bien las verduras, coloqué por encima las rodajas de tomate, tapé y bajé el fuego a medio. Cuando veamos que los bordes ya están hechos y empieza a cuajar toda la tortilla es hora de darle la vuelta con nuestra mejor técnica :-) Y la devolvemos a la sartén para terminar de hacerla por ese lado. Ojalá los tomates no se hayan movido mucho, porque me parece que queda muy bonito con ellos puestos ordenaditos por encima.

5. Cuando esté hecha a nuestro gusto, la pondremos sobre un plato con la parte de los tomates hacia arriba, y podemos rallar un poquito de parmesano o poner mozzarella por encima.

NOTA: muchas recetas de frittata la terminan en el horno, es decir, en vez de darle la vuelta, meten la sartén (asegurándonos de que nuestra sartén se puede meter al horno, la mayoría con la capa antiadherente no se pueden, y si tienen el mango de plástico hay que taparlo con bastante papel de aluminio para protegerlo) en el horno a unos 180ºC hasta que se hace por encima. Yo creo que es porque no se atreven a tener el arte que tenemos los españoles dándole la vuelta a la tortilla :-) Pero lo digo por si alguien lo quiere hacer así. 


jueves, 13 de noviembre de 2014

Pizzas de vegetales

Esta semana hemos decidido limpiarnos un poquito, ya que la semana pasada comimos carne todos los días, y además el fin de semana nos fuimos a la casa de la playa y comimos pizza para llevar, perritos calientes... Está delicioso y es parte de lo divertido de ir a la playa, pero no nos apetecía comer más carne, así que esta semana hemos hecho tortilla de espinacas y champiñones para desayunar, la sopa minestrone que os compartí, bocadillos de vegetales con mozarrella, y estas pizzas deliciosas con verduritas. Lo bueno de las pizzas es que cada uno puede ponerse lo que quiera encima, pero a mí me encantan con verduras porque las hago al horno primero y puedo jugar con las hierbecitas que les pongo para darles toques diferentes.

Esta vez me atreví a comprar salsa blanca para la pizza, y no fue un acierto muy grande la verdad... No creo que lo vuelva a comprar. Me encanta con su salsa de tomate y orégano con calabacín y tomate, pero no me gustó mucho la salsa blanca porque sabía mucho a ajo y enmascaraba los sabores suaves de lo demás (y odio el ajo cual vampiro). Aprendida la lección, aquí os dejo la foto pero recomiendo usar salsa de "la normal".

Para hacer las verduras que elijamos, las debemos cortar en láminas finas pero con substancia, como de 3-4mm de grosor.  Recomiendo calabacines, berenjenas, tomates, pimientos, cebollas, champiñones... Todos se pueden cortar en láminas. Lo metemos en el horno a unos 200ºC durante unos 10-15 minutos, depende de la verdura. Me encantan las espinacas en la pizza, si las ponemos frescas, tendremos en cuenta que encogen muchísimo, así que tenemos que ser muy generosos al ponerlas para no quedarnos sin nada luego. Estas láminas las extendemos en una bandeja de hornear, rociamos con aceite de oliva y le podemos poner orégano, tomillo, romero, pimienta... cualquier especia que nos guste

Cuando vivía en Brooklyn (capital americana de la pizza finita auténtica) se convirtió en mi favorita la pizza con pegotitos de espinacas rehogadas y anchoas. Que explosión de sabores :-) ahora lo que hago es descongelar un bloque de espinacas y poner puñaditos (en Mercadona venden espinacas en cubitos congeladas en una bolsa, esto sería ideal).



Esta pizza lleva una masa integral, salsa blanca, calabacín verde y amarillo, dos tomates y mozzarella de bola rallada en el momento. El tomate no se puede meter en el horno antes de hacer la pizza porque se nos quedaría en la bandeja.


En esta, hecha con masa normal y salsa de tomate, pusimos nuestros favoritos: mi parte lleva champiñones y espinacas con chorizo vegano, y la parte de mi marido lleva pimientos, calabacín amarillo, albahaca y chorizo vegano. Pusimos sobre la salsa de tomate rodajas de mozzarella. (¿Os acordais del chorizo vegano? pincha aquí para verlo. Esta noche huevos rotos con chorizo... ¡vegano!)

Estroganoff de ternera

Hoy una receta que no tiene un origen histórico muy claro, ya que hay varias versiones que recrean su origen de manera convincente. Sea como fuere, este plato viene de la zona de Rusia y está delicioso, lleno de sabor con la ternera, y además cremoso para convencernos de que estamos satisfechos.



Hay también muchas maneras de hacerlo, para mí es imprescindible la crema de champiñones, que no es imposible de econtrar en España, pero puede resultar un poquito más difícil que aquí. Si no la hemos podido comprar, no pasa nada, porque podemos hacer una bechamel muy muy ligera (como una taza), con harina justa para que ligue un poco, podemos ajustar la cremosidad echando mitad de nata de cocinar y mitad de leche, y un poquito de pimienta negra. Para conseguir más sabor a champiñón podemos aumentar la cantidad que vamos a usar.

Si tenéis una slow cooker, una olla lenta eléctrica, mirad la NOTA al final de la receta. Es una de mis favoritas de hacer en mi slow cooker. Cuando lleguemos a casa solo tenemos que hacer la pasta y disfrutar del guiso.

Tiempo: 20 mins
Raciones: 4

Ingredientes:
300gr de filetes de ternera tiernos
300gr de champiñones laminados
1 lata de crema de champiñones (aquí lo encuentras)
media cebolla grande
2 cucharadas de crema agria *opcional* (en mercadona hay una "nata fresca" que se le parece, cerca de la mantequilla)
aceite de oliva
500gr de linguini, fetuccini o macarrones...

1. En una cacerola vamos hirviendo la pasta como indica el paquete, después la escurrimos y dejamos reservada. Cortamos la carne en tiras finas y la doramos en una sartén grande donde hayamos puesto el aceite de oliva a calentar. Cuando esté dorada, la retiramos con una espumadera y reservamos. En el aceite y el jugo que ha soltado pochamos la cebolla cortada fina. Incorporamos los champiñones y lo tapamos a fuego bajo hasta que los champiñones estén blanditos y la cebolla translucida.

2. Regresamos la carne a la sartén y mezclamos bien con los champiñones. Añadimos la crema de champiñones y la crema agria o nata. Salpimientamos al gusto.

3. Para emplatar colocaremos las porciones de pasta en cada plato cubriendo con la crema con la carne. Así de fácil!

NOTA: para hacerlo en una slow cooker, lo único que tenemos que hacer es poner todos los ingredientes (menos la pasta) en la cacerola y dejarlo hacerse en el modo bajo durante 6-8 horas, o en el alto unas 3-4 horas. A mí no me gusta poner la cebolla cruda en la slow cooker porque me parece que queda un poco el regusto a cebolla cruda al final, entonces siempre la pocho un poquito después de cortada y ya la incorporo al resto de ingredientes en la cacerola eléctrica. Esta receta necesita muy pocos ingredientes, y luego solo tenemos que hacer la pasta, es la receta ideal para la slow cooker.

martes, 11 de noviembre de 2014

Minestrone

Ya que empieza a hacer más frío, llueve más y se nota que estamos en pleno otoño, comenzamos a hacer sopas calentitas, como esta Minestrone. La sopa minestrone, de origen italiano, tiene muchas variantes y la podemos ver descrita con diversos vegetales que le cambian un poco el sabor, pero lo que siempre tiene es judías o frijoles, algo de tomate, y pasta. Esta versión que hemos hecho en casa ha sido mi favorita y por eso la quiero compartir, tiene un sabor muy suave pero lleno de personalidad gracias al pesto de tomate. No me gusta mucho el albahaca, para mí tiene que ser un toque muy sutil o se impone a otros sabores, en esta sopa el pesto lleva bastante albahaca y aún así me gustó mucho, así que si a vosotros os gusta ese sabor fresco, podeis echar tanto como querais.



Como muchas sopas, está mejor al día siguiente de haberla hecho, por eso recomiendo hacer por un lado la sopa y por otro el pesto y esperar a mezclarlo hasta el día siguiente, entonces calentamos la sopa, vertemos el pesto, removemos y servimos con parmesano rallado por encima. Si se hace en el mismo día no pasa nada, porque además seguramente tengamos extra para el día siguiente.

NOTA: yo he usado judías de lata, pero hay gente que prefiere hacerlas secas, en ese caso usaremos 1 taza de judías de cada color en seco, las pondremos a remojo durante la noche anterior, y las deberemos cocer y enjuagar antes de empezar la sopa (si echamos sal al agua antes de que hierva, la piel se puede quedar dura, es mejor esperar hasta que estén blanditas).

Tiempo: prep. 15 mins + 10 mins (pesto), cocción 1 hora
Raciones: 6-7

Ingredientes:
3 zanahorias
3 patatas medianas
1 calabacín grande o 2 medianos
1 lata/tarro de judías verdes o 200gr frescas
1 lata de judías blancas
1 lata de judías rojas
1 taza de guisantes pelados
100gr de coditos de pasta o conchitas

Pesto:
2 tomates
10-12 hojas de albahaca
2 dientes de ajo
2 cucharadas de aceite de oliva
sal y pimienta

1. Cocemos la pasta como nos indique el paquete, enjuagamos una vez esté lista y reservamos en seco.

2. Cortamos en daditos las zanahorias, las patatas y el calabacín. Escurrimos o preparamos las judías verdes. Si usamos latas de judías rojas y blancas las escurrimos y enjuagamos.

3. En una cacerola grande ponemos todas las verduras juntas, las judías también, un poquito de sal y cubrimos con unas 4 tazas de agua. Llevamos a ebullición y bajamos el fuego, con la tapa, y dejamos a cocción suave durante una hora hasta que las verduras estén blanditas.

4. Para hacer el pesto debemos escaldar los tomates para pelarlos fácilmente. En una cacerola ponemos agua a hervir. En la base de los tomates (no la parte donde se enganchaban a la rama) hacemos un corte muy superficial en forma de X de unos 2cm de largo. Los sumergimos en el agua hirviendo unos 30 segundos hasta que la piel empiece a desprenderse en el corte. Los sacamos con una espumadera y cuando se puedan manipular les quitamos la piel, que debe salir muy fácilmente. Los ponemos entonces en una trituradora o un vaso para la batidora de vaso, añadimos los ajos (yo usé ajo en polvo, una cucharadita) y el albahaca y batimos un poco. Mientras batimos vamos echando el aceite de oliva lentamente y cuando esté todo pasado salpimientamos al gusto. Reservamos hasta que la sopa esté terminada.

5. Cuando las verduras estén cocinadas, añadimos la pasta. Añadiremos el pesto antes de servir, removiendo bien y probamos para ajustar de sabor con sal y pimienta al gusto. Se puede servir con parmesano rallado por encima en los platos hondos.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Sandwich de Atún

Aquí la receta prometida de mi sandwich favorito. En inglés se llama Tuna Melt, que significa algo como derretido de atún, y es que de verdad que se derrite en tu boca, queda un sabor tan suave como la textura y es rico en proteínas, omega-3, al llevar el tomate lleva también un poquito de esos 5 vegetales que debemos comer al día, con mucho licopeno que es un gran antioxidante, al llevar queso le estamos añadiendo un poco de calcio, y si ponemos un pan integral o rico en fibra, eso que llevamos también. Y todo en un sandwich que se hace en 2 minutos.


Tiempo: 6 minutos
Raciones: 1 sandwich

Ingredientes:
2 rebanadas de pan de molde
2 rodajas de tomate
2 lonchas de queso (aquí uso american que es un queso que sabe a nata y funde muy bien, cheddar le va muy bien dándole más sabor, seguro que la mozzarella cortada finita va bien al fundir tan rápido...)
1 lata de atún
1 cucharada de mayonesa

1. En un cuenco mezclamos el atún con la cucharada de mayonesa, sin deshacerlo demasiado, sólo para que se quede todo ligado por la mayonesa. Sobre una rebanada de pan ponemos una loncha de queso, extendemos encima el atún, cubrimos con el tomate y terminamos con otra loncha de queso y la otra rebanada de pan.

2. En una sartén ponemos una cucharadita de mantequilla a fundir a fuego medio y cuando esté derretida ponemos el sandwich (con la parte del tomate hacia arriba me resulta más fácil darle luego la vuelta). Tapamos y dejamos a fuego medio unos 2 minutos hasta que esté doradito. Damos la vuelta con cuidado y dejamos otros 2-3 minutos. Recomiendo comerlo en cuanto lo saqueis de la sartén, con el queso derretido y el pan crujiente.... Mmmm Delicioso :-)

Arroz con Tomate

Esta receta para los españoles tiene poco de exótico, pero siempre me ha gustado mucho y la he hecho un par de veces aquí, es muy fácil encontrar los ingredientes y la salsa de tomate es igual que lo que en España llamamos "tomate frito". En Nueva York me era muy fácil encontrar chorizo, y solía ser Palacios, aquí me cuesta un poco más, pero ahora que nos hemos mudado cerquita del Wegman´s del que ya he hablado, ahí siempre tienen chorizo de Campofrío y además para elegir dulce o picante. Yo me voy a por el picante porque el chorizo en sí no me va mucho, pero el picantillo se pone un toque extra además de ese sabor que reconozco se necesita en los platos que lo llevan.

Yo siempre uso bacon de pavo, en la foto se muy rosa, pero no da tanto miedo en la vida real :-) También he probado el chorizo vegano, que también lo compartí como curiosidad, y estaba delicioso, seguro que queda bien con el arroz, lo haré por probar. Y el bacon vegano también esta bueno, así que se puede hacer tan vegetariano o vegano como queramos. Normalmente le pongo salchichas también, ayer no tocó...

Así que más que una receta innovadora, comparto la idea por si os apetece hacerlo.

Tiempo: 30 mins (el arroz necesita cocción, el tiempo se ajustará con la cocción de nuestro arroz, el mío son 25 mins)
Raciones: 4

Ingredientes:
2 tazas de arroz largo
4 tazas de agua
1 cucharadita de sal
8 lonchas de bacon
4 huevos
media sarta de chorizo
(4 salchichas)
1 lata de salsa de tomate o tomate frito en España

1. Ponemos a cocer el arroz según las indicaciones de nuestro paquete. Mientras tanto en un plato llano ponemos papel de cocina para cubrirlo y encima el bacon estirado sin solaparse; lo metemos al microondas más o menos yo pongo un minuto por loncha, pero es mejor empezar por quedarse cortos e ir añadiendo tiempo, a pasarse de primeras...

2. Sacamos el bacon, reservamos en otro plato (que puede ser uno que vayamos a usar para comerlo) y quitamos el papel de cocina, ponemos el chorizo cortado en rodajitas y pelado y metemos en el microondas unos 2-3 minutos hasta que esté como nos gusta.

3. En una sartén mientras tanto vamos friendo los huevos, también a nuestro gusto. Y si ponemos salchichas, las podemos ir haciendo en la sartén también.

Para servir ponemos el arroz, vertemos tomate por encima, y colocamos lo demás sobre ello. Yo suelo tardar casi lo mismo en preparar lo demás que el arroz tarda en cocerse, unos 25 minutos. Es un plato que nos recuerda a cuando éramos pequeños pero que gusta a todas las edades. A mi peque le puse arroz con un poquito de tomate, le espachurré un poquito de llema bien cocida entre medias y le di un trocito de bacon para que lo mordiera él. Le encantó!

domingo, 2 de noviembre de 2014

Panettone estilo tostada francesa

Ya os he hablado de lo que en Estados Unidos se llama Tostada Francesa (French Toast), que muchos visteis que se parece a las torrijas españolas, ya que es una rebanada de pan de molde, bañada en huevo y azúcar al que le podemos añadir especias como la vainilla o la canela y luego lo freímos. Bueno, pues hoy os presento una vuelta de rosca a esta maravillosa idea: el panettone hecho tostada francesa.



Encontré panettone en un supermercado estupendo que por suerte ahora me cae muy cerquita de casa, se llama Wegman´s es original del norte del estado de Nueva York y los hay, muy escasitos, en Pennsylvania y en el norte de Maryland. Antes cuando viviamos en Baltimore conduciamos unos 40 minutos hasta llegar al Wegman´s más cercano, pero merecía la pena para cosas especiales: chorizo Campofrío, jamón serrano, lomo embuchado, pastelería casi de lujo, bandejas hechas a pedido de wraps, bocadillos, dulces.... Ahora que voy más a menudo me he dado cuenta de que tienen muchísimos productos españoles, tienen tortas de Inés Rosales (de tres sabores nada menos!) tienen los jamones para preparar al corte, no sólo paquetitos empaquetados, tienen dulce de membrillo (en la caja pone Membrillo Casero, tal cual) tienen una sección de quesos españoles....

El caso es que hace un par de días encontré Panettone, porque no todo va a ser puramente español, también me hizo ilusión encontrar este dulce italiano que siempre comemos en casa -en España- y que aquí no se ve a menudo. Compré uno chiquitito, poco más que una muffin, me costó 2 dolarines, así que muy bien. Y hoy para desayunar he rizado el rizo y al hacerlo al estilo tostada francesa ha quedado súper jugoso, blandito, lleno de su sabor a especias pero como cremoso. Creo que es una opción estupenda para los últimos trozos de un panettone grande que se empieza a quedar un poco seco. Os animo a probarlo para una merienda o un desayuno de fin de semana.

Tiempo: 5 minutos
Raciones: 2

Ingredientes:
2 rebanadas de un panettone grande o 4 de uno pequeñito
1 huevo
1 cucharada de nata o leche
mantequilla

1. En un plato o cuenco donde quepa la rebanada de panettone batimos el huevo con la nata o leche, metemos el panettone y lo dejamos que empape por un lado durante un minuto. Le damos la vuelta y esperamos medio minutito para que empape bien.

2. Mientras calentamos la mantequilla en una sartén y cuando esté bien caliente y el panettone empapado, lo freímos a fuego medio-bajo unos 2 minutos por cada lado.

Creo que así queda genial porque el panettone de por sí tiene mucho sabor y queda muy blandito, pero se podría acompañar de sirope, o de mermerlada de naranja.