Una idea más que una receta de verdad. Un aperitivo que tengo muchas veces preparado para cuando mi marido viene de trabajar, ya que siempre le gusta picar algo antes de la cena. Una tostada con tomates y queso feta.
Gracias a mi mini horno esto se hace en un momentito para dos personas, pero para una fiesta o un aperitivo de fin de semana con amigos o familia, podemos hacer una cantidad más grande y meterlo al horno. Merece la pena porque es muy fácil, y queda delicioso.
Cortamos una barra de pan en rodajas de unos 2 centímetros de grosor y rociamos con un chorrito de aceite de oliva. Si tenemos queso feta, pondremos pedacitos esparcidos por el pan, yo lo he hecho con mozzarella fresca en rodajas finitas y se derrite que da gusto, también lo he hecho con queso manchego, que al calentarlo suda un poquito y se realza el sabor; lo dejo a vuestra elección. Sobre el queso colocamos tomates cherry cortados en cuartos. También en ocasiones he puesto rodajas finitas de tomate con las rodajas de mozzarella, y he espolvoreado orégano sobre ello, albahaca seguro que queda muy bien también. Otra vez he usado kumatos, esos tomates verde oscuro, junto con tomates naranjas y quedó precioso...
Para una cena italiana con amigos abrí a lo largo una barra de pan italiano (más blandito que el nuestro y sobretodo más ancho, cualquier barra más anchita sirve), rocié bien con aceite, coloqué rodajas de tomate, encima puse rodajas de mozzarella fresca, y para rematar decoré con muchas hojas de albahaca. Al horno 10 minutos a 160ºC, y el pan queda crujiente, el tomate blandito, la mozzarella derretida.... una delicia para compañar cualquier plato italiano.
Como digo, la flexibilidad es enorme ya que es una idea de inspiración mediterránea que comparto para un aperitivo fácil y muy resultón.
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