viernes, 16 de enero de 2015

Salmorejo cordobés

El salmorejo es uno de mis platos preferidos. Es lo más simple y humilde, pero para mí es un sabor de toda la vida, un sabor de verano, un sabor de esos que de vez en cuando me apetecen muchísimo, y ahora que estoy embarazada, es genial, lo puedo llamar antojo de verdad, y hacer un salmorejo fresquito en pleno invierno. Los ingredientes como digo son tan humildes que los hay en cualquier parte del mundo, pero viene del sur de España donde tanto gustan estas cosas fresquitas. A mí el gazpacho no me gusta porque básicamente es triturar los pocos ingredientes que no me gustan... Sin embargo el salmorejo al no llevar la cebolla y el pimiento crudos me encanta, además, con el pan queda una textura cremosa que entra bien a cualquier hora (¡por lo menos para mi!)



Aquí va la receta, que en cuanto la hagais dos veces veréis que no hace falta medir nada, ni pesar nada... Y es una receta en la que no se puede medir cuánto poner de los elementos de sabor, pues va en gustos, vosotros corregirla como queráis una vez esté triturado (tened en cuenta que al día siguiente estará un pelín más fuerte de sabor). Así es como lo hice yo ayer:

Tiempo: 10mins (y unas horas de frio en la nevera antes de servir)
Raciones: 4

Ingredientes:
1kg de tomates rojitos
1/2 barra de pan duro
un chorrito de aceite de oliva, como 3 cucharadas
un chorrito de vinagre de vino tinto, pero de manzana vale, como 2 cucharadas
un poquito de ajo en polvo, como 1 cucharadita, pero se suele poner un diente crudo
una cucharadita de sal

1. Yo uso la batidora de vaso pero se puede hacer en un bowl grande/ensaladera. Partimos el pan en pedazos y los ponemos a remojo en agua, tendrán que estar ahí como 10 minutos hasta que haya empapado. No pasa nada porque el centro siga seco. Al cogerlo escurrimos si está muy blando todo el pan y reservamos el agua por si queremos aligerarlo un poco una vez hecho. Lo ponemos en el vaso de la batidora, junto con los tomates, lavaditos y quitada la parte dura donde estaban unidos a la mata. Añadimos los otros ingredientes, empezando por poquita cantidad.

2. Batimos hasta que esté suave y homogéneo y probamos para corregir de sabor. Si añadimos algo más, más sal o aceite, lo que queramos, lo debemos batir otro minutito. Si está muy espeso, ponemos un par de cucharadas del agua reservada y batimos. Hasta que tengamos la consistencia deseada. Lo vertemos en una ensaladera, cubrimos con film transparente y lo refrigeramos hasta comerlo, al menos un par de horas.

PARA SERVIR: se suele acompañar de huevo duro, como medio por plato, y media lonchita de jamón serrano, en mi caso lo hice primero a la plancha. 


Normalmente hago mucho más que 4 raciones, usando una barra de baguette entera y como el doble de tomates. Ya vereis que va a ojo porque a veces los tomates tienen más liquido, a veces son más carnosos... Los míos ayer estaban deliciosos, los compré el mercado Amish de Filadelfia el otro día, costaron $1 dos libras, cuando normalmente cuesta como $1.5 una sola libra... Eran muy carnosos, así que me quedó muy cremoso, pero también me gusta espesito. Antojo resuelto :-)

2 comentarios:

  1. Mmmm que rico el salmorejo,los españoles lo sabemos bien.😊

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    1. Ya ves que si digo que aquí se hace de todo es que se hace chino, brasileño o español, lo que apetezca cada dia :) y un salmorejo apetece muchos dias!

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