lunes, 24 de agosto de 2015

Caprese con berenjena y calabacín al horno

Os he contado que estaba haciendo de Agosto un "mes sin gasto", en el que no íbamos a comprar nada extra, únicamente productos frescos como frutas, verduras, lácteos... para usar lo que teníamos congelado, no íbamos a salir a comer o cenar por ahí, ni tampoco ir a nada que tuviéramos que pagar entrada. Bueno, fue bonito mientras duró :) Ayer fue mi cumpleaños y salimos a comer por ahí con amigos, y quisimos invitarles a todos al almuerzo, que me parece bien, pero el total fue más o menos lo que nos venimos a gastar al mes en comer fuera. Al menos no hemos comido fuera ninguna otra vez! Y bueno, dicho que era mi cumpleaños, era obvio que iba a ser un mes en el que mi marido me iba a regalar algo, lo que no me imaginaba era que me iba a regalar... ¡un ordenador nuevo! La verdad es que me hacía falta, el que tenía me encantaba, un portátil que en su día era de lo último, con la cubierta de color rosa texturizado, y una le coge cariño porque ahí están todas las fotos desde que me mudé a Estados Unidos, vacaciones, visitas... Me lo compré con mi primer sueldo como profesora en la universidad a la que vine en 2008... le tenía cariño, pero llevaba meses siendo una relación amor-odio, porque estaba funcionando bastante mal. Lo usaba únicamente para escribir aquí en el blog y la mayoría de las veces mientras estaba escribiendo se apagaba, perdiendo lo que había escrito, tenia que estar guardándolo cada minuto para no perderlo, pero perdía el tiempo al tener que volver a encenderlo, tardaba unos 10 minutos en volver a su ser... era bastante frustrante.


Así que con este post estreno mi nuevísimo ordenador portátil, de momento no sé como guardar el post sin publicarlo ;) pero ya aprenderé, de momento me parece un lujo saber que no se me va a apagar en medio de la faena.




Os traigo un receta vegetariana, muy fresquita, buenísima de sabor y con texturas que se complementan muy bien. Una auténtica delicia que espero repetir pronto. Cuando le enseñé a mi marido la receta en el libro que tengo de recetas vegetarianas (aquí tenéis la foto del libro que es) dijo que parecía más un aperitivo que un plato principal, yo le dije que iba a hacer dos para cada uno y deberían de llenarnos suficiente. Aunque no es muy amante del calabacín ni de la berenjena -y como tampoco le gustan los champiñones, no sé cómo pretende comer vegetariano....- cuando lo probó le encantó gracias a la mozzarella y al vinagre balsámico que le da un toque casi dulce al ir reducido en el horno. Nos comimos uno cada uno y compartimos otro a medias, nos sorprendimos de lo que satisface, así que no tengáis miedo, ¡es un buen entrante! Aquí está cómo lo hice:

Tiempo: 15mins prep 20mins + 15mins horno                                      Raciones: 4 porciones


1 berenjena no muy gorda
1 calabacín gordito
3 tomates
1 bola de mozzarella cortada en 8 rodajas de 1cm de grosor
4 hojas de albahaca (yo no puse porque no me gusta mucho)
4 cucharadas de vinagre balsámico
aceite de oliva
sal


1. Calentamos el horno a 200ºC. Cortamos la berenjena y el calabacín lavaditos en rodajas de 1cm de grosor y las colocamos en bandejas de hornear. Yo tengo un spray para rellenar con aceite y ahí tengo el de oliva para echarlo por encima de estas cosas, pero si no tenéis un spray, echad un chorrito por encima de todas las rodajas y extendedlo con un pincel. La berenjena lo absorbe mucho, no intentéis cubrirla toda toda... echamos un poquito de sal por encima y al horno unos 20 minutos hasta que estén hechos los vegetales. Si hemos usado varias bandejas las rotaremos a mitad del tiempo.


2. Mientras tanto cortamos el tomate en rodajas de 1cm de grosor, quitándoles el corazón. La mozzarella la cortaremos también en rodajitas.


3. Cuando las verduras estén listas, empezamos a hacer los montoncitos, empezando con la berenjena porque seguramente sea la más grande. Intercalamos los ingredientes dos veces por cada montoncito, añadiendo una hojita de albahaca, lo rociamos con una cucharada de balsámico cada uno y lo metemos al horno. Tardará unos 15 minutos en estar caliente y la mozzarella medio derretida. Buenísimo al salir del horno, pero también templado.


Una comida ligera y muy rica para esos días sin carne :)


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