Esto es un inventillo, o un inventazo, mío. Mi peque estaba peleando un poco la comida un par de días, y sólo quería comer huevo. Vale, el huevo es muy rico en nutrientes, tiene mucha proteína, le compro los de Omega-3... Además aceptaba que fuera tortilla con algo como jamón picadito... Pensé en ponerle también patata, así van carbohidratos también, pero que pereza así corriendo ponerme a pelar, a freir... Ya estaba levantado de su siesta y listo para comer, así que se me encendió la bombillita: ¡¡preparado para tortitas!! Habíamos comprado una caja de preparado para tortitas hacía unos días y las habíamos disfrutado con frutas por la mañana, y al pequeño le habían encantado. Pues a los huevos les eché eso y quedó una tortilla preciosa, gordita, esponjosa, jugosa, y súper completa al llevar fiambre, queso y el preparado.
Si no tenéis preparado para tortitas, es muy fácil imitarlo, la idea es muy simple. Puede ser harina con una cucharadita de levadura química tipo Royal.
Aquí os pongo lo que puse en la de la foto, pero como es una tortilla, admite variaciones a placer. A mi peque le gusta mucho el pavo, se le puede poner taquitos de pechuga de pollo, jamón serrano picado finito, cualquier tipo de queso que les vaya a gustar... Al mío también le gusta mucho el tomate y el calabacín en la tortilla, así que verdaderamente se puede hacer que la tortilla lleve todo en uno. Con la pintaza que tenía mi marido no pudo resistir probarla y me hizo prometer que le haría una versión algún fin de semana para desayunar, ya sabéis los desayunos por estas tierras...!
este lado parece una tortita |
Raciones: depende del peque, pero el mío de 1 año tiene para 3-4 comidas.
Tiempo: 15 minutos
4 huevos
este lado parece una tortilla |
1/2 taza de leche
3 lonchas de jamón de york picadas finas
2 lonchas de queso tipo cheddar (que funde muy bien) en tiras finas
aceite de oliva para la sartén
1. En un bol grande se baten los huevos con la leche y cuando estén bien batidos se añade el preparado para tortitas, se bate bien de nuevo hasta que quede homogéneo. (A mí no me gusta echarle sal, se supone que no es conveniente para los bebés, según dicen, y con el sabor que dan los ingredientes, en este caso queda sabrosa por sí sola) Incorporamos el jamón y el queso y lo distribuimos bien.
2. En una sartén mediana calentamos el aceite para que no se pegue el huevo y cuando esté caliente (se puede comprodar dejando caer una gota del huevo crudo y vemos si reacciona enseguida y se cocina al contacto, entonces está suficientemente caliente) vertimos el contenido del bol y distribuimos bien el jamón y el queso. Tapamos la sartén y bajamos el fuego al mínimo. Dejamos que se cocine unos 5 minutos hasta que la parte de arriba esté prácticamente cocinada, y damos la vuelta. Bastará con un par de minutos para segurarnos que el huevo se ha hecho bien. ¡Espero que triunfe con los vuestros también!
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