Hola amigos! Hoy os traigo una receta muy sencilla, pero que queda espectacular de bonita. Espero que podáis encontrar tomates buenos, buenos, para que el sabor sea más fresco. sabéis que no saben a mucho, podéis dejarlos en la encimera unos días hasta que estén blanditos, no hace falta que estén firmes, así tendrán más sabor. Y recordad que en general, no hace falta guardar los tomates en la nevera, donde mejor están es en el mostrador porque los tomates que solemos comprar han sido cortados antes de estar maduros, si los metemos en la nevera, el sabor no se va a madurar, pero el tomate sí se puede poner "pocho"; si los dejamos en el mostrador, van a tardar muchos días en ponerse malos, pero durante esos días el proceso químico va a seguir su curso (el frío lo altera) y el sabor va a desarrollarse. Últimamente se ha hablado mucho de dónde se deben guardar diferentes frutas y verduras, y ha habido estudios científicos en torno al tomate, concluyendo que los elementos químicos conocidos como "volátiles" que les dan sabor, si los dejamos a temperatura ambiente, no solo éstos volátiles se mantienen, si no que el tomate generará más de ellos. Pura química :)
Bueno, pues aquí va la receta con la que los tomates se pueden lucir, ideal para un "lunes sin carne" o para llevar al trabajo para comer cualquier día.
Tiempo: 10mins prep 30mins horno Raciones: 6
Ingredientes:
un poquito de harina
Una lámina de masa de hojaldre
4 tomates grandes maduros, cortados en rodajas de .5cm de grosor
2 tazas de queso gruyere rallado
sal y pimienta
1 huevo
3 cucharadas de agua
1. Vamos a estirar la masa de hojaldre con un rodillo para hacerla más grande y muy finita. Para ello yo limpio bien la encimera de mi isla, que es de madera natural y espolvoreo un poco de harina para que no se me pegue al pasar el rodillo y estirarla. Siempre miro esas esterillas de silicona que valen para todo, para que no se peguen las galletas al hornear, para estirar hojaldre, para amasar el pan... pero al final me da pereza gastarme dinero en eso porque con un poco de aceite o un poco de harina se arregla todo, pero bueno, es una buena cosa si lo tenéis.
2. Precalentamos el horno a 200ºC (en las instrucciones del hojaldre nos dirá el tiempo y la temperatura que recomiendan, seguid esas recomendaciones echándole un vistacillo a menudo, no se vaya a quemar).
3. Una vez el hojaldre tiene como 3mm de grosor y forma de rectángulo grande, lo pasamos a una bandeja de hornear (esto puede ser más fácil con la esterilla de silicona). Hacemos cortecitos por todo alrededor, cortes de 1.5cm de largo, para que quede como veis en la foto. En el interior del rectángulo espolvoreamos el queso rallado, y lo cubrimos todo con rodajas de tomate. Echamos por encima un poquito de sal y un poquito de pimienta, al gusto. Doblamos el borde del hojaldre hacia adentro sobre el tomate.
4. Batimos el huevo con el agua y con un pincel o brocha pintamos el borde de hojaldre.
5. Horneamos durante 20-30 minutos hasta que esté doradito.
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