viernes, 16 de octubre de 2015

Gnocchi de calabaza -porque es otoño!

Por fin me vuelvo a sentar delante de mi ordenador para compartir una receta, me vuelvo a pintar los labios de rojo para compartir más desde el anonimato. (Mentira... pero es referencia a un libro que me encantó, Chicas de Riad, ¿lo habéis leído? muy recomendable. Mi carrera universitaria fue Filología inglesa, mezcla de literatura y lingüística, mi pasión por la lectura puede que sea incluso mayor que la que tengo por la cocina, así que podéis seguir mis sugerencias bibliográficas aunque se os den mal los fogones ;)

Gnocchi de calabaza con pesto



Vuelve el otoño, una estación que me encanta desde que vivo en Estados Unidos, aquí todo lo que sea "seasonal" me encanta, aquí cada estación, cada mes casi, tiene su propia identidad, las casas se decoran por dentro y por fuera para celebrar la llegada del otoño con plantas de esta temporada, con guirnaldas de hojas secas, calabazas, espantapájaros, maíz... se celebra la recogida de la cosecha, se dan gracias por la abundancia en Acción de Gracias o Thanksgiving, que es mi fiesta favorita de todo el año, y se llena el aire del olor a las hojas secas, las primeras chimeneas encendidas, y las especias como la canela y la nuez moscada. Ya no queda nada de los colores brillantes del verano, ni los olores exóticos que lo acompañaban, los batidos se cambian por las tartas de calabaza y batata, las barbacoas se tapan y se encienden los hornos, y vestimos esa indumentaria casi absurda de mezcla entre cosas de manga corta y botas, chalecos abrigados y bailarinas... Me encanta el otoño porque además y casi paradójicamente si eres de España, es la estación más seca. Como os lo cuento. En Maryland lo más normal es que llueva todas las tardes de verano, amanece bueno, se va poniendo bochorno, y a caída de tarde rompe la tormenta, podemos tener tormentas torrenciales, tormentas eléctricas, este verano tuvimos un pequeño huracán a consecuencia del cual nos han tenido que cambiar todos los tejados y algunas ventanas de la zona, muchos coches estaban tan abollados por el granizo que los seguros los dieron por siniestros... Pero el otoño no es así. Amanece resplandeciente, fresco, y a medida que sube el sol va calentando más, se puede pasear todo el día hasta que anoche a las 6 y empieza a hacer frío otra vez. No hay humedad, no hay lluvias, no hay inundaciones, no hay caídas del tendido eléctrico.
Mi corona de la puerta de este otoño

Pero lo que sí hay son calabazas. Calabazas por aquí, calabazas por allí, calabazas everywhere y para todo. Y ya sabéis que me encanta la calabaza. De hecho me estoy tomando un café con sabor a calabaza, que en verdad a lo que sabe es a las especias del pastel de calabaza, igual que el olor de la vela que tengo encendida (bendita guardería donde tengo al mayor y bendita siesta que se está echando el pequeño). Aquí os traigo una receta que hice el otro día de gnocchi de calabaza. Si no habéis hecho gnocchi nunca, es muy fácil, es un poco lento y pegajoso, pero están muy ricos y en verdad son fáciles de hacer si no buscáis la perfección. Es una receta que lleva tiempo, os aviso que no es para unas prisas, pero si tenéis ganas y un ratito para hacer un plato especial, os lo recomiendo.

Tiempo: 2 horas                              Raciones: 4

Ingredientes:
1kg de calabaza
2 patatas grandes
1 huevo
1 yema
2 tazas de harina
sal

salsa de pesto o de queso

1. Lo primero es ablandar las patatas y la calabaza. Se puede hacer de varias maneras, se puede pelar y trocear la patata y cocerla hasta que esté blandita pero no demasiado, lo justo para poderla espachurrar. Este punto también se puede lograr en el microondas, cada patata y microondas son diferentes, yo puse las mías 9 minutos cada una. La calabaza también se puede hacer en el microondas cortada en pedazos pero sin pelar (es muy difícil pelarla en crudo pero muy fácil raspar la pulpa de la piel una vez cocinada), o se puede hacer en el horno poniéndola en una bandeja y horneándola a 220ºC unos 45mins hasta que esté muy blandita y se pueda hacer puré con el tenedor.

2. Una vez tenemos esos dos ingredientes listos los vamos a poner en un bowl grande y con un tenedor o un utensilio para hacer puré a mano vamos a ir combinando la patata con la calabaza hasta que quede lo más homogéneo posible. Más que homogéneo, debemos mirar que no haya grumos grandes de un ingrediente que haya quedado sin espachurrar, porque eso nos va a romper los gnocchi.

3. Vertemos el huevo y la yema, añadimos una pizca de sal y lo mezclamos bien. Ahora empieza lo bueno... echamos las 2 tazas de harina y nos enharinamos una mano para mezclarlo a mano bien (¡¡¡quitaos los anillos por favor!!!). Vamos a hacer una masa contundente, y si necesitamos un poco más de harina, la iremos echando cucharada a cucharada hasta que notemos que coge cuerpo.

Con mi nuevo ayudante :)

4. Enharinamos bien una superficie limpia y plana y volcamos la masa en ella. Vamos a amasarlo un par de minutos bien. No se debe pegar demasiado a las manos, podemos espolvorear harina ligeramente de vez en cuando hasta que esté aún húmedo pero no se pegue demasiado. Ahora empezaremos a hacer los gnocchi. Hay varias maneras. Podemos hacer cordones de masa de dos centímetros de grosor y de ahí cortar los gnocchi, e irlos dando forma y haciendo las marcas características con un tenedor. O podemos sacar bolitas de la masa, darles forma a mano y hacer las marcas con el tenedor. Las marcas son sobretodo para que queden un poco planos y se hagan bien. Esta es la parte tediosa, a mí me parecía que no acababa nunca... Llené la fuente de gnocchi y aún quedaba mucha masa... Así que decidí hervir los que ya tenía y después seguir con la masa.

5. Una vez están dados forma, se pueden congelar en una bolsita hermética, para hacerlos más adelante los dejaremos descongelar y los herviremos. Necesitaremos una olla muy grande para hervirlos, ya que deben nadar libremente mientras hierven. Llevaremos mucho agua a ebullición y entonces los echamos (si los echamos antes es posible que se peguen al fondo), es fácil saber cuándo están listos: cuando lo están, flotan. Los vamos pescando con una espumadera, tardarán solo 3 o 4 minutos.



Las manos se van a ir quedando más pegajosas, así que cada pocos gnocchi me las lavaba, me las secaba bien, las enharinaba y seguía. Podéis ver los que ya se quedaban más pegados que tienen peor forma, aunque claro, están igual de buenos...
6. Una vez tengamos todos los gnocchi listos los serviremos calentitos con la salsa que queramos. Yo le puse pesto comprado y quedó muy rico, también puede ir muy bien una salsa de quesos como la Alfredo que ya os he comentado que es muy fácil de hacer, derretimos mantequilla, mezclamos nata de cocinar, y rallamos un buen trozo de parmesano para hacer una crema líquida pero espesita que se pegue a la pasta. Quizá de queso azul también quede rico, buen contraste con el sabor suave y dulzón del gnocchi de calabaza. Ya me contareis que hacéis.

¡A disfrutar del otoño!
 
 

3 comentarios:

  1. Me ha encantado el texto. Me encantan los gnoques y la calabaza. Los preparo a veces con zanahoria. un besito desde Italia.

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  2. Me ha encantado el texto. Me encantan los gnoques y la calabaza. Los preparo a veces con zanahoria. un besito desde Italia.

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  3. Ju, allí estarás comiendo los mejores gnocchi :) y serán hasta bonitos, no como los míos! disfruta, besitos a todos

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