Os presento el plato favorito de mi marido y de muchos americanos, y de casi todos los niños; de tradición italiana y con ingredientes básicos, el pollo a la parmesana es un éxito asegurado que admite muchas variaciones según la ocasión.
El básico es el pollo empanado, frito en sartén, acompañado de espaguettis con salsa de tomate. Así de simple. Muchas veces (y bajo el lema de que todo con bacon y queso está más rico) lo hago con una loncha de queso por encima, y normalmente no lo frío si no que lo meto al horno y ahorro unas cuantas calorías y grasas. Alguna vez he rizado el rizo y he envuelto las pechugas ya empanadas en bacon y las he metido así al horno, ni que decir tiene que si a uno le gusta el bacon, esto eleva el plato a una nueva dimensión. Una vez hice trocitos de pechuga, los empané, los envoví con un poquito de bacon y los horneé para sacarlos en una fiesta en una bandeja con un par de cuencos de salsa de tomate para mojarlos. ¡Triunfaron!
Aquí os dejo la receta más básica como yo la hago, y la foto es de la cena "sorpresa" del día del cumpleaños de mi marido (digo "sorpresa" porque lo hago todos los años, pero todos los años es sorpresa :)
Tiempo: 10 mins, más 20-30 mins de horno
Raciones: 4 (muy fácil de adaptar)
Ingredientes:
4 pechugas de pollo gorditas
1 taza de pan rallado
2 huevos batidos
1.5 cucharaditas de orégano
1/2 cucharadita de tomillo
1/2 cucharadita de romero
1/4 cucharadita de ajo en polvo
sal y pimienta
Salsa de tomate (si usamos tomate frito, os recomiendo añadir mitad de tomate frito, mitad de tomate triturado o cortado en daditos) (podemos hacer la nuestra propia o comprar envasada)
Queso parmesano rallado
Espaguetti o fetuccini o linguini
1. Cocemos la pasta como indique nuestro paquete, dejándola al dente para recrear el estilo italiano real. Precalentamos el horno a 180ºC.
2. En un plato llano mezclamos el pan rallado con las especias y el ajo. Secamos las pechugas de pollo con un papel de cocina y las salpimentamos muy ligeramente, después las vamos pasando por el huevo y después por el pan rallado, colocándolas en una bandeja de hornear que hemos untado de mantequilla o aceite de oliva. Cubrimos la bandeja con papel de aluminio y horneamos unos 15-20 minutos (dependiendo del grosor de las pechugas, podemos probar a hundir un tenedor en el centro para ver si está aun muy blando). Destapamos la bandeja y horneamos otros 5-10 minutos hasta que el pollo esté completamente hecho y el pan rallado crujiente y dorado. Yo lo suelo tener unos 20 minutos y luego otros 10.
3. En el momento de destaparlo podemos añadir una loncha de queso sobre cada pechuga y regresamos al horno. Yo he utilizado mozzarella y provolone, pero cualquier queso que funda bien estará bueno.
4. Para emplatar pongo una cama de pasta, riego con la salsa de tomate (me gusta añadirle albahaca fresco) y coloco encima la pechuga, espolvoreando queso parmesano por encima de todo el plato.
Buon appetito!
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